Gobierno hace frente a críticas de “improvisación” y retrasa envío de reforma a Educación Superior

La gratuidad en la educación es una de las promesas emblemáticas de este segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Como no se alcanzó a discutir la implementación de este beneficio a través de una ley, el Ejecutivo determinó financiar esta gratuidad a través de una glosa de la ley de presupuestos.

De momento, cerca de 200 mil estudiantes recibirán este beneficio, pero aún se deben discutir y normar los detalles de esta legislación, ya que los rectores de las casas de estudio y la DC, entre otros actores, han hecho un llamado a que esta forma de financiar la gratuidad no continúe en el tiempo.

El gobierno adelantó que ingresaría la propuesta antes de que terminara este año. Sin embargo, sólo en la discusión de cómo se financiaría la educación superior del 50% de los estudiantes más vulnerables de Chile este 2016 se hicieron acusaciones de improvisación, tanto de parte de legisladores como de los jefes de los planteles educacionales. Uno de los ejemplos más emblemáticos fue que en agosto, a causa de “un error” como reconoció la ministra del ramo, Adriana Delpiano, se cambió por tercera vez en 90 días las condiciones de la gratuidad.

Poco después de esto, esta secretaría de estado estructuró un Consejo Consultivo para la reforma en la educación superior. De esta forma enfrentaría las críticas en la discusión, que hablaban de actuar “errático”, y el llamado era a dejar de “improvisar”.

A principios del mes de octubre, según reproduce El Mercurio, uno de los integrantes del consejo, Sergio Bitar -al que se critica por haber impulsado la entrada de los bancos al ámbito educacional a través del Crédito con Aval del Estado- recomendó parcelar esta reforma a la Educación Superior, y enviarla más tarde. “El plazo de diciembre sería extremadamente prematuro, más todavía cuando ahora se enviará el proyecto de Nueva Educación Pública y está por salir el de la Carrera Docente (…) en enero y febrero no hay actividad mayor, son meses en los que puede avanzar una propuesta”, declaró Bitar en ese momento.

La sugerencia que hizo el ex ministro en ese momento fue dividir esta reforma en cuatro proyectos: uno de financiamiento estudiantil (cambio el sistema de voucher al pago directo al plantel); uno de calidad, que forma una agencia aseguradora y cambie los actuales mecanismos de acreditación; otro relacionado con la institucionalidad, que establezca una superintendencia y la subsecretaría del sector, y otro de fortalecimiento a las universidades estatales. Además Bitar sugirió que se deberían enviar otros dos proyectos en paralelo: uno que permita transformar los centros de formación técnica e institutos profesionales en sociedades sin fines de lucro “para que sus estudiantes puedan acceder a la gratuidad”, y otro que establezca un ministerio para la ciencia y la investigación.

La cartera dirigida por Delpiano parece haber acogido al menos parte de estos llamados, ya que el sábado, según reporta La Tercera, anunció que el texto de esta reforma estaría terminado en los próximos dos meses.

“Estamos terminando ahora con todo el tema de la glosa, estamos trabajando y entendemos que en los próximos dos meses estará listo”, indicó la titular del Mineduc.

Algunos de los aspectos que considera el proyecto son cambios a la institucionalidad del sistema educacional, además de un nuevo marco regulatorio. Asimismo, sumaría modificaciones al sistema de acreditación de los establecimientos y la ampliación de la gratuidad para los centros que quedaron fuera de la Ley de Presupuestos para el 2016.

El senador Carlos Montes (PS), de la comisión de Educación, indicó que esta discusión “debe pasar por un mayor espacio de reflexión para ser debatido luego en el Congreso y entiendo que en esa labor está la cartera (…) se exigirá, por ejemplo, que haya investigación científica y tecnológica para generar conocimiento. No puede ser que algunas universidades se desliguen de esa necesidad”.

En tanto, desde la oposición , el legislador Francisco Chahuán (RN), apuntó a que “acá hay una improvisación por parte del gobierno en una materia clave. Es imprescindible que se cree una Superintendencia de Educación Superior, lo que ha sido una expectativa para todos los sectores. Hay dudas sobre la acreditación de las universidades”.

El rector de la Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, aseguró que esta demora se intuía, pero precisa que esto “no es preocupante. Por el contrario, me parece una decisión responsable en orden a configurar el mejor proyecto posible que es lo que se requiere, hacia un sistema de educación superior con más equidad y con más calidad (…) esperar es mejor que presentar un texto improvisado. Un par de semanas, no creo que sea relevante”.