Gonzalo Rojas arremete en El Mercurio y su Facebook con estos amargos mensajes

La disputa entre Gonzalo Rojas y el grupo Quilapayún se niega a morir. Todo partió cuando el abogado e historiador pinochetista renunció a la Universidad de los Andes porque se le haría un homenaje a la banda de la Nueva Canción Chilena. Quilapayún respondió que la casa de estudios estaba en deuda con ellos, porque la habían liberado de “un monstruo”. Ese fue el puntapié inicial de una serie de intercambios de tuits, posteos en Facebook, cartas en medios de prensa y columnas con ataques mutuos.

Rojas los acusó de incitar al odio, y los autores de “La Muralla” lo trataron de ignorante. A semanas de haberse iniciado el combate, Rojas se niega a retirarse y hoy lanzó su último contrataque con partida doble: una carta en El Mercurio y un mensaje en su Facebook.

En la red social, arremetió contra “el empeño de los voceros oficiosos de la Universidad (de los Andes) -(Joaquín) García-Huidobro y (Hernán) Corral- por tratar de explicar que una Universidad con principios y prácticas cristianas no se contradice a sí misma aunque haga homenajes a grupos que han promovido la lucha de clases, el odio, la violencia y que -algunos de ellos- participaron directamente en el intento por implantar un régimen marxista en Chile”.

Rojas agregó: “Quienes hayan seguido los argumentos de estos profesores podrán juzgar hasta dónde ha llegado su errónea concepción del arte, de la universidad y de la historia presente del país”. También criticó el “silencio” de la Universidad de los Andes durante el incidente.

En El Mercurio, en tanto, aprovechó de repasar a Quilapayún, quienes antes le habían propinado un duro golpe al dejar en evidencia que había citado unos versos de la canción “La Hierba de los caminos” para argumentar que el grupo de la Nueva Canción Chilena incita la violencia, siendo que esta canción no había sido compuesta por el grupo chileno, sino por un español.

En esta oportunidad, Rojas intentó reponerse de su error: “Agradezco a Eduardo Carrasco, de Quilapayún, que nos deje en claro varias cosas. La primera -que todos sabíamos y que nunca ha sido negada- es que Quilapayún entronca con el comunismo internacional. Por eso canta canciones compuestas por los derrotados en la guerra civil española, por los mismos que asesinaron a casi siete mil religiosos y sacerdotes; entre ellos, a 13 obispos”.

“La segunda es que el lenguaje de las cartas, declaraciones y tuiteos de Quilapayún es el mismo de las letras que merecieron el homenaje de la Universidad que ahora Quilapayún venera (…) Es el lenguaje del odio. Por eso califican mi postura de ataque, me llaman ignorante y furioso…”, dijo Rojas.

Y lanzó una amenaza que deja entrever que la pelea dará para rato: “Seguiré argumentando para mostrar el error de la Universidad de los Andes al hacer un homenaje a estos grupos”. Habrá que acomodarse en las butacas para ver cómo sigue el siguiente round.