Belisario Velasco barre con el fallecido empresario Douglas Tompkins: “No respetaba las leyes chilenas”
El ex ministro de los gobiernos de Frei y Bachelet disparó en contra del empresario, a quien calificó como una persona "dañina" especialmente para los colonos a quienes les compró tierras en la Patagonia.
Cuando prácticamente todo el mundo político homenajea al empresario ambientalista Douglas Tompkins, que falleció este martes tras un accidente en kayak, su adversario sacó la voz para seguir su disputa incluso después de la muerte: el ex ministro del Interior Belisario Velasco.
Ambos habían tenido encontrones ya que según Velasco, Tompkins, quien compró decenas de miles de hectáreas en la Patagonia para su conservación, intentó durante un tiempo impedir que se construyeran tramos de la carretera Austral y presionó a los colonos para que les vendieran sus tierras.
“Tompkins estaba presionando a los colonos para que le vendieran sus tierras, y las tierras las pagaba a $3 mil o $4 mil pesos la hectárea; una cosa horrorosa, pero si el colono iba a cortar árboles para calentar su casa o para hacer cierres o construir una casucha, no lo dejaba transitar por sus terrenos para llegar a lugares como Hornopirén o Chaitén, que era donde podían recurrir a salud u otras cosas”, agregó.
De hecho, el ex ministro de Estado cree que, si bien el empresario ayudó a la conservación de la naturaleza, su figura “fue un poco dañina, especialmente para los colonos, que tuvieron que abandonar definitivamente esa zona, donde se estaba haciendo chilenidad”.
“Tratamos de poner freno a esa presión ilícita que se ejercía sobre los colonos en toda la provincia, y esto iba desde el fiordio Vodudahue hasta Leptepu, el otro fiordio. Eran extensiones enormes, pero lo que más daño hacía al país era no permitir la construcción de la Carretera Austral”, dijo a Radio Cooperativa.
Según Velasco, Tompkins incluso puso en “riesgo la soberanía nacional” ya que “iba a Argentina, donde tenía otras propiedades, sin avisarle a las policías, sin pedir permiso a nadie: tomaba su avión, se iba a Argentina y volvía”.
Incluso, el ex ministro del Interior del primer gobierno de Bachelet aseguró que la muerte del empresario se debió a que no cumplía con las reglas: “No respetaba las leyes chilenas e incluso, lamentablemente, la muerte de él se habría evitado si hubiese pedido permiso en el puerto. Así habrían podido llegar más rápido a rescatarlo”.