Un romántico: Le llevó un pan con marihuana a su polola a la cárcel y terminó preso.
Solamente quería sorprenderla con un linda sorpresa.
El 22 de abril del presente año, fecha de cosechas, Julio Alberto Araya Nogales, se preparó para ir a visitar a su pareja. Esto era en la cárcel de mujeres de Antofagasta, donde ella cumplía condena.
Se duchó, se vistió, se peinó, y le preparo un sandwich especial a su mujer. Con cariño especial. Con una sorpresa especial. Entre pan y pan, Julio echó 3,4 gramos de marihuana. Algo así como 40 mil pesos. Llegó al Centro Penitenciario Femenino feliz pero nervioso.
Pero todo salió mal.
En la revisión rutinaria a las visitas hurgaron entre las cosas que le llevaba de encomienda. Los gendarmes, que ya lo han visto todo, no se demoraron nada en encontrar el sandwich de marihuana. El hombre, asustado, confesó de inmediato. Dijo que quería “sorprender a su pareja, que es consumidora”. Quedó detenido.
Esta semana se realizó el juicio en su contra y fue condenado por tráfico de drogas en pequeñas cantidades y deberá pasar 541 días en la cárcel. Y después dicen que ya no quedan caballeros románticos en este mundo.