Perro fue condenado a cadena perpetua tras feroz ataque a kiosquero en Valparaíso

Un hombre manguerea una espesa y rojo-morada poza de sangre en la esquina de calle Errazuriz frente a la Plaza Sotomayor, en pleno centro de Valparaíso. La sangre pertenece a Reinaldo Romann, 37 años, soltero, sin hijos, dueño de un kiosco de esa cuadra. Reinaldo está inconsciente, rodeado de curiosos y locatarios del sector portuario, esperando la llegada de la ambulancia que lo trasladará de urgencia al hospital Van Buren. Su brazo izquierdo tiene una herida de apróximadamente 6 centímetros de diámetro en forma de pirámide y una profundidad difícil de precisar. Pero es profunda.

Porque algunos testigos dicen que se le veían amarillentos nervios y un poco de hueso. Sergio Soto, dueño del restorán La Regata, compartirá con La Estrella de Valparaíso que vio como Romann se desangraba y luego se desvanecía. Dirá que pensaba que se iba a morir. Acusara que el autor de el ataque fue un perro negro y grande que suele deambular por el sector. Asegura que pertenece a una jauría que es alimentada por un nochero.

Otros vecinos se acercan y cuentan que ese mismo perro ha protagonizado otros ataques. Que la semana pasada fue un turista japonés el que se fue de mordisco.

La noche del martes Reinaldo Romann fue operado y sometido a aseo quirúrgico. Sus heridas fueron catalogadas por el personal médico como de mediana gravedad. El susto y el trauma probablemente no sea nada mediano. Según contó el kiosquero a La Estrella, los hechos ocurrieron así.

Reinaldo a eso de las 10:30 de la mañana, antes de abrir su kiosco, estaba ayudando a su prima, Sandra Vera, a levantar la cortina de su negocio que está en la misma cuadra. “Fue atroz”, dirá ella. “Había una persona ebria botada en la puerta, cuando me agacho para mover al hombre, de reojo veo una tremenda sombra negra, atino a colocar el brazo y un tremendo perro me pescó y me movió para todos lados”, cuenta Romann.

Los vecinos apuntalarán que al lado del hombre estaban acostados también un grupo de perros.

Mientras Romann se recupera en el hospital, el perro acusado de haberlo atacado, fue detenido la tarde del miércoles por personal del Departamento de Medio Ambiente de la municipalidad y llevado al canil de Laguna Verde. Ese, y según explicaron los funcionarios, será su hogar de por vida. Por su alta peligrosidad, el perro no podrá volver a las calles nunca más. Ni siquiera aunque lo reclame su dueño, pues el animal tiene correa y una medalla, aunque no se precisó si ésta tenía un nombre y número de contacto.

El alcalde (s) de Valparaíso, Jaime Varas, aseguró que los hechos se estaban investigando.