Rossi rompe el silencio y se refiere a SQM: “No porque una empresa financie a un candidato lo está cooptando”

“Estimado Patricio, de acuerdo a lo conversado te envío la lista de candidatos y candidatas. Te reitero mis sinceros agradecimientos”.

La filtración de este correo entre Fulvio Rossi y el ex gerente de SQM, Patricio Contesse, solicitándole financiamiento para una treintena de dirigentes políticos de su zona causó un remezón en la clase política, donde se criticó el que se gestionara de esta forma los montos que estaban destinados a actividades políticas.

El caso SQM golpeaba con fuerza en uno de los personeros más conocidos del Partido Socialista, y a Rossi se le emplazó pública y privadamente respecto de este tema. En pleno tratamiento en contra de un cáncer a la tiroides determinó suspender su militancia, para no dañar a su colectividad.

Sin embargo, después de meses de licencia, determinó referirse a estos temas por primera vez, pero aclara que “yo diría que este ha sido el peor año de mi vida. Más que por el cáncer, la verdad es que para mí es más difícil enfrentar el cuestionamiento a tu integridad moral. Uno de los puntos, que aborda con revista Qué Pasa, es si considera un error que un socialista le pida dinero a la minera no metálica, cuando ésta era propiedad de Julio Ponce Lerou, ex yerno de Augusto Pinochet.

“La relación que yo tuve fue una relación formal, como la que tengo con los ejecutivos de otras empresas mineras. Si vamos a decir, en esta empresa tiene una participación mayor quien fue pinochetista, entonces invito a que veamos qué otros grandes empresarios que financian campañas políticas de la Nueva Mayoría también fueron pinochetistas… Con ese criterio ¿Cuántas empresas quedarían en Chile que pueda donar?”. Luego resume que SQM ha hecho durante años actividades con la Concertación, con letreros de SQM y los ejecutivos en primera fila. “Es más, una corporación vinculada a la izquierda recibió una suma millonaria para restaurar Humberstone. No, yo no creo que es un error, no me corresponde entrar a apuntar con el dedo a ningún empresario”.

En su licencia reconoce visitas y gestos de sus pares, pero de otros partidos, como Andrés Allamand, Alberto Espina (ambos RN) y Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), pero a su vez aprovecha de reconocer que cometió un error al criticar la forma cómo el gremialismo enfrentó el caso Penta. Los criticó a través de un tuit (“La mejor salida para todos los involucrados en Penta es dejar de mentir y jugar al empate. Reconocer errores y pedir perdón hace bien”), y ahora hace una autocrítica: “Fue un error generalizar y prejuzgar. Eso es cometer el mismo error que yo critico y lo digo con mucha honestidad. Ese es el problema, el fragor de la política. En un país como el nuestro en donde gran parte del financiamiento de la política descansa en las empresas, no se puede sostener que porque una empresa financie a un candidato lo está coaptando. Asumir eso sería entonces asumir que el Congreso está entero coaptado”.

El senador asegura que las filtraciones de ciertos aspectos de la investigación que lleva el Ministerio Público tienen fines políticos. Se refiere particularmente al correo que fue bautizado como “la lista de Rossi”. Asegura que en ese mail se incluyeron 32 personas, pero que finalmente se redujo a 20 nombres. “Por eso hay 10 personas que efectivamente no sabían nada de esto y tienen derecho a estar molestas. Pero esto se debe a la filtración parcial de Fiscalía y por eso digo que aquí hubo una suerte de operación política ¿Cuál era el sentido si yo quiero llevarme un peso para la casa de entregar una lista? Ahora, lo que no puedo entender es la molestia de cierto diputado, que pidió, recibió y agradeció. Y si hay alguna duda, sería interesante que el diputado solicitara que le abrieran sus aportes reservados, tal como hice yo”.

Le plantean que este parlamentario fue Luis Rocafull, diputado de su partido en Arica, el que tuvo una de las reacciones más aireadas cuando se conoció la lista. Rossi no quiere hablar de él: “Prefiero no nombrarlo”.

También toma otra decisión y opta, por consejo de su abogado, no referirse derechamente a las materias que vinculan a la supuesta emisión de boletas por parte de sus asesores a diversas empresas. Asegura, en todo caso, que ellos pueden prestar esos servicios por su cuenta.

El ex Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, también es foco de los dardos del senador. Chahuán planteó en un momento que Rossi “no leyó el mail” con la invitación. “Eso es falso, yo sólo he recibido una invitación a declarar que fue hace poco más de un mes cuando estaba con licencia. La primera vez me citaron por el diario, el departamento de informática del Congreso pudo comprobar que jamás me llegó una invitación el día que dijo la Fiscalía. Y eso lo encuentro grave, entiendo que aquí mucha gente está exigiendo el empate, entonces hay que buscar con quién empatar, pero eso claramente atenta contra la justicia”.

Asegura que prestará declaración por el caso SQM, pero descarta acogerse a un juicio abreviado, como aconteció con Jovino Novoa en el caso Penta.

Además precisa que no recibió ningún peso de Corpesca, y acepta haberse reunido con una serie de personas vinculadas con la empresa. “Sí, hablaron conmigo y yo mismo en ese minuto dije que había lobby. Yo creo que las democracias deben tener lobby regulado y transparente. Si se abrieran los correos de todas las empresas te darías cuenta de que siempre hay conversaciones”.

También, insiste que las querellas de Hugo Gutiérrez, diputado comunista y conocido detractor de Rossi, tienen interés político por sus aspiraciones senatoriales en el norte: “Un mensaje que quiero enviar a todas las personas que estén mirando el mapa senatorial, particularmente a mi partido, es que tengan la claridad competa de que voy a ser candidato”.