Joven le dedicó curiosas palabras al ladrón que le robó el celular en Meiggs
Más allá de descargarse por perder el objeto, Belén felicitó al antisocial por el delito.
Es un hecho que los robos aumentan durante la época de Navidad, sobre todo en el barrio Meiggs. Pero lo que nadie se espera es que una joven, a quien le sustrajeron el celular el pasado miércoles, le dedicara curiosas palabras al culpable de este hecho a través de un mensaje en Facebook.
Belén, como fue identificada la mujer, partió la misiva felicitando al antisocial por el ilícito cometido. “Es ud. un maestro. El sigilo con que extrajo mi teléfono hoy en Estación Central me hace pensar que fui asaltada por un grande. Me gusta el trabajo bien hecho, aplaudo su destreza“, consignó.
“Que usted lo haya hecho sin violencia, y con la delicadeza de un profesional, me obliga a agradecerle y a reconocer una labor ejecutada de manera fina. Creáme que no somos tan distintos“, añadió, luego de recordar las dos difíciles situaciones que había vivido anteriormente.
A pesar de lo ocurrido, la profesora aseguró que “no logrará amedentrarme ni alejarme de lugares que frecuento. Mi habitat son los barrios comerciales. No me apesta la gente, ni los olores, ni que se vea poco el cielo, soy un animal de ciudad y me muevo con alegría por ella. Por eso seguiré yendo a Meiggs, a Rosas y a Independencia cada vez que quiera. No me verá comprando papelillos y filtros en el Alto Las Condes porque ahí sí que residen grandes usurpadores, mucho más peligrosos que usted. Yo seguiré deleitándome con la compra al por mayor, con la chuchería de la calle”.
Por otro lado, lamentó informarle que hace solo unos días “había borrado las fotos sensuales que me saqué la otra semana. Eran tres, en poses diversas, no explícitas pero abiertamente sexuales y, disculpe la poca modestia, mostraba lo mejor de mí y se notaba”.
Antes de concluir su mensaje, no pudo dejar de lado criticar el robo cometido. “usted depende de mi, de que yo tenga un teléfono caro o de que borré mis archivos compremetedores que lo habrían hecho pasar -créame, me veía buena- una cálida noche de verano. Usted puede salir varias veces a “trabajar” -así le dicen ustedes y yo lo respeto- pero está a merced de lo que yo tengo para ofrecerle“.
“La gente dice que todos podemos elegir, que los pobres pueden optar a una vida distinta. No me jodan, yo hice lo mismo que hicieron mis padres y hermanos: estudiar, ir a una buena universidad y buscarme una pega linda. No fui astronauta, no fui alfarera, no fui doble de películas de acción. Hice lo que vi, y usted también, quién soy yo para condenarlo. Me duele que usted haya visto usurpación, abuso y violencia y lo haya reproducido. No es justo, como no es justo que usted se haya llevado mi celular, pero eso, por la rechucha, es un objeto, lo suyo es su vida, y la de sus hijos, y capaz que la de sus nietos. A usted sí que se lo cagaron. Vénguese. No vale. Haga justicia. Yo lo ayudo”, concluyó.