Científicos alertan que los cometas gigantes son más peligrosos de lo que se pensaba
Astrónomos afirman que estos cuerpos celestes deberían ser incluidos en la lista de potenciales amenazas, a pesar de tener órbitas mucho más amplias.
La Tierra podría estar más expuesta a una colisión con un cuerpo celeste de lo que se piensa, advierte un grupo de astrónomos que recomienda, en un estudio publicado, vigilar mejor a los cometas gigantes. El descubrimiento en las dos últimas décadas de cientos de cometas gigantes -apodados “centauros”- obliga a incluirlos en la lista de potenciales amenazas, a pesar de que tienen órbitas mucho más amplias.
Los cometas de entre 50 y 100 kilómetros de diámetro tienen órbitas elípticas inestables que parten desde regiones más alejadas que Neptuno, el último planeta del Sistema Solar. Sus órbitas cruzan las de planetas gigantes como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, cuyos campos de gravedad pueden ocasionalmente desviar un cometa hacia nosotros, una vez cada 40 mil o 100 mil años.
Todo cometa se va desintegrando a lo largo del tiempo y de su periplo alrededor del Sol. En el caso de los centauros ese proceso podría producir “períodos intermitentes pero prolongados de bombardeos que durarían hasta 100.000 años”, escriben los científicos en el Royal Astronomical Society Journal, Astronomy and Geophysics.
“En las tres últimas décadas invertimos grandes esfuerzos en determinar el riesgo de una colisión entre la Tierra y un asteroide”, señala Bill Napier, de la Universidad de Buckingham, uno de los autores. “Nuestro trabajo sugiere que también debemos mirar más allá de nuestra inmediata vecindad y buscar a los centauros allende la órbita de Júpiter. Si estamos en lo cierto, estos cometas distantes podrían representar una seria amenaza y es hora de estudiarlos más de cerca”.