Caso Caval: Ex jefa de gabinete de Dávalos valida teoría del "complot político" de Peñailillo en su contra
Según Érika Silva, acusaciones como las del hijo de la Presidenta no se hacen al boleo, ya que "él sabe cómo funciona esto, si uno pega, sabe que un golpe vendrá de vuelta. Levantar la tesis de un complot no se hace sin pruebas, más aun siendo él hijo de la Presidenta y tampoco se hace si uno tiene un trapo sucio guardado, pues la historia enseña: se lo van a encontrar”.
Nadie quedó indiferente a la declaración de Sebastián Dávalos ante el Ministerio Público, en la que acusó un sofisticado complot político en su contra, presuntamente encabezado por el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y una serie de dirigentes del PPD, que habrían tenido por finalidad sacarlo de La Moneda.
En su tercera comparecencia en el marco del caso Caval, indicó además que este caso —que surgió a raíz de una compra-venta de un terreno en la comuna de Machalí por parte de la empresa de la nuera de la presidencia, Natalia Compagnon— habría tenido por objetivo bajarle el perfil al caso SQM, por lo que la información habría estado en poder de diversos dirigentes de la mencionada colectividad antes de que fuese publicado por la revista Qué Pasa.
Sin embargo, para la ex jefa de gabinete de Dávalos, Erika Silva, las declaraciones del hijo de la mandataria tendrían mucho sentido.
En una columna publicada en The Clinic, Silva recuerda una frase del hijo de la presidenta en El Mercurio: “en general, no me gusta cómo funcionan los partidos, yo trabajo para el Gobierno, no para la Nueva Mayoría. Y mi jefe es la Presidenta. Decidí no hacer vida político-partidista”. Esta declaración, según Silva “no le hizo ganar amigos precisamente”.
Luego recuerda que en su función como Director sociocultural de La Moneda, eligió a los mejores currículum vitae que llegaron a su escritorio, aunque muchos de estos cv llegaban “con anotaciones como ‘es la hermana de’, ‘es una excelente compañera’, ‘el partido recomienda a’”. Incluso la ex jefa de gabinete, recuerda un caso emblemático de “presión de un parlamentario socialista que a toda costa trató de imponer a su hermana como directora de Prodemu, aun cuando ella solo tenía educación media y todos los candidatos al puesto tenían estudios superiores. El parlamentario mandaba mails, recados y hasta a otros parlamentarios a la oficina para presionar”.
Eso no sería todo, ya que “no eran pocas las autoridades que ante la sorpresa de no contar con un puesto en Integra o Prodemu para sus ‘compañeros’ en la región, llamaban a Dávalos diciendo: ‘no es lo que negocié con Peñailillo’”.
En esa misma línea, Silva se hace cargo de las críticas en contra del hijo de la mandataria, por supuestamente no tener competencia para ejercer el cargo: “Debe haber sido el único que ocupó ese puesto con un Magíster en Gobierno y además con conocimiento de cómo funciona el poder (…) Dávalos tenía poder y mucho. También mucha información. A pesar de aquello en lo público mantenía relaciones cordiales con los ministros. Poco gustaba de las ceremonias, más le gustaba el trabajo en la oficina vocalizado en desatar los nudos que enfrentaba cada una de las fundaciones: sabía con quien hablar, sabía que decir, sabía como solucionar”.
Tras describir el cómo Dávalos y la Presidenta se enteraron del caso Caval, Erika Silva enfatiza en que “Dávalos no miente, dice la verdad cruda (…) él sabe cómo funciona esto, si uno pega, sabe que un golpe vendrá de vuelta. Levantar la tesis de un complot no se hace sin pruebas, más aun siendo él hijo de la Presidenta y tampoco se hace si uno tiene un trapo sucio guardado, pues la historia enseña: se lo van a encontrar”.
Concluye Silva que la posición de Sebastián Dávalos “es la más peligrosa para el establishment, pues ya no tiene nada que perder. La pregunta que merodea impertinente ante estos casos es siempre la misma: ¿será Dávalos el único, como ha sido apuntado, que en la Nueva Mayoría que ha realizado negocios? ¿El patrimonio económico abultado de muchos parlamentarios, solo ha sido fruto de su capacidad de ahorro ¿quién podría responder a rajatabla que todos son blancas palomas? Nadie, estoy segura”.