Presidente del Colegio Médico califica como "arriesgado" que Orrego haya descartado la toxicidad del humo

En Santa Marta, en el predio rústico Santa Elena de Lonquén, comuna de Talagante, existe un vertedero que pertenece al Consorcio Santa Marta (ironías aparte, su abreviación en siglas es CSM). Según la compañía es un relleno sanitario. Para los vecinos, porque tiene vecinos, animales y humanos, agricultores en su mayoría, las 296 hectáreas destinadas al tratamiento de basura corresponden a un inmenso vertedero.

Las autoridades y expertos han usado esa palabra también. Para la empresa es un relleno sanitario.

El viernes, hubo un derrumbe de basura. La basura, expuesta al sol, provocó un incendio, que según el alcalde de Buin, Angel Bozán, comenzó ese mismo día expeliendo una fumarola insoportable.

CSM explicará, casi dos días después de guardar hermético silencio, que la razón del fuego que todavía no logra ser apagado, se debió a una “inusual ola de calor”. De autocrítica, o asumir responsabilidad, por el momento, nada.

Minutos antes, durante la mañana, el Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, descartará en radios y televisión que el fétido humo que ha golpeado como un pañal en llamas en la cara a todo Santiago es tóxico.

A través de los mismos medios, la toxicóloga Laura Borgel tendrá una postura más cauta respecto a la rapidez con que la autoridad anunció la nula peligrosidad del aire.

“Hay que entender que lo que es un vertedero y lo que produce. Genera productos percolados donde encontramos sustancias químicas producto de la descomposición de productos orgánicos como amoniacales, la formación de metano, como parte de gas de descomposición de basura, el metano cuando se quema bien no hay problemas para la salud, pero sí cuando hay compuestos relacionados al amoniaco, porque al quemarse generan ONX, óxidos de nitrógeno, a nivel atmosféricos, estos por la activación solar, generan ozono. Esto equivale a un día de contaminación de alto nivel, como de invierno. Eso se traduce en irritación de vías respiratorias, y en baja de oxigeno disponible, cosa que afecta sobre todo a la población infantil y de adultos mayores”.

Mientras desde la Seremi de Salud Metropolitana, por su parte, anunciaron que la nube de humo no es más nociva que lo que produce un incendio de una casa o de un bosque, Borgel precisó:

“El liquido que se está quemando está generando los mismos elementos, de forma permanente, que son los que provocan la contaminación ambiental. Es decir, si no se controlan, estamos caminando lentamente a una emergencia sanitaria. La recomendación, primero que nada es limitar el ejercicio físico, en segundo lugar restringir el parque automotriz. Lo que pasa es que se tienen que medir los indicadores de calidad de aire, eso dará los parámetros de si se tiene que decretar alerta o emergencia sanitaria. En tres días más, no vamos a tener los compuestos que se están quemando ahora, sino que una gran cantidad de ozono, que es irritativo de las vías respiratorias, formador de radicales libres, y generador de cefaleas”.

Mientras Orrego, un par de horas más tarde, volvió a asegurar que la nube de humo no reviste peligro para la ciudadanía, y que la calidad del aire era “regular”, sí recomendó que mujeres embarazadas, niños, y personas con problemas al corazón, no deberían salir de su casa. Además aconsejó no hacer deporte el día de hoy. Anunció la creación de un comité operativo de emergencias enfocado en buscar la forma de apagar lo antes posible el incendio.

En paralelo, Enrique Paris, presidente del Colegio Médico, calificó los dichos de Orrego como “arriesgadas”: “Para descartar o confirmar la toxicidad hay que tener mediciones. Las palabras del intendente o Seremi son muy arriesgadas, diciendo que no pasa nada siendo que no han mostrado ninguna cifra”, dijo. “Si la gente siente irritación ocular, en la nariz, la garganta o molestias digestivas por el mal olor, es porque esta nube está provocando daños en las personas y hay que considerarla tóxica”, agregó.

Para finalizar, lanzó un palo tan o igual de violento que la patada en la cara que significó para toda la Región Metropolitana significó abrir la ventana esta mañana: “Esperaría mediciones antes de dar una respuesta tan categórica”.