El duro escenario de estudiar ingeniería en minas, la otrora carrera mejor pagada
Durante mucho tiempo era una de las carreras con mayor empleabilidad y con mejores ingresos, sin embargo, el panorama se ha complicado para los que hacen sus primeras armas en este difícil mundo.
El boom de la minería en Chile la convirtió en una de las carreras más deseadas de los últimos años. Miles de jóvenes apostaron por un rubro, que a pesar de todas sus dificultades, promete según el portal Mi Futuro, “una empleabilidad del 100%” y hasta hace poco tiempo sueldos al cuarto año de egreso cercanos “a los cuatro millones de pesos”.
Pero hoy el panorama luce algo más complicado para los egresados de ingeniería en minas. La baja en el precio del cobre y los despidos masivos que han realizado algunas de las grandes empresas como Barrick Gold y Codelco, hicieron que algunos de los afectados alzaran la voz para derribar el “mito” que se generó alrededor de una carrera que hoy no pasa por su mejor momento.
Egresados
Nicolás Meneses, ingeniero en minas egresado hace un año desde la USACH, publicó en redes sociales una carta donde relata cual es la realidad de los que salieron de esta carrera en Chile. “No se puede decir hoy que son tres millones de pesos en promedio en el cuarto año y usarlo como un dato duro, porque la realidad no es esa y es muy distinta“, aseguró esa vez.
En conversación con El Dínamo desde una faena a 4.500 metros de altura en la Región de Coquimbo, el profesional hace visible su malestar, apuntando hacia algunos medios de circulación nacional que sacan portadas dedicadas a la carrera y a geología, otro de los nichos señalados como una “mina de oro”.
“Yo tengo muchos compañeros que salieron junto a mí que llevan seis meses sin trabajo hay otros que llevan más tiempo y otros que finalmente decidieron cambiarse de rubro. A nosotros nos tocó como grupo egresar en un periodo de baja en el precio del cobre, con muchos reajustes en las compañías, hay muchos despidos. En lo que va del año han echado a casi 10 mil personas”, relata.
Una reducción del campo laboral donde ahora deben competir de lleno con ingenieros que llevan más de 10 años de experiencia y que no exigen sueldo millonarios como muchos piensan.
Pero el panorama tampoco mejora para los más experimentados. Pablo Ravanal, ingeniero en minas con más de 10 años de experiencia, actualmente trabaja como contratista. “Estábamos viviendo un súper ciclo donde había profesionales que al tercer año podían ganar sumas importantes, pero no te podría decir que el promedio era cuatro millones de pesos como indican los diarios, pero efectivamente en ese tiempo la cifra en comparación con otras ingeniería era bastante mayor”, señala.
Para él, la realidad al momento de egresar puede ser compleja y algo lejana a lo que dicen las estadísticas. “El sueldo de un chico que recién sale puede variar según las responsabilidades que asuma, así puede ser un sueldo de 600 mil pesos hasta lo que pueden conseguir en algunos programas de graduados, eso es 1.200.000 comenzando“, concluye.
Mirada de las universidades
Esta descripción sombría también es compartida por el mundo académico. Sin ir más lejos, en algunos casos, como el de la Universidad de Chile, están incluyendo dentro de los contenidos que se entregan a los próximos profesionales las herramientas necesarias para que puedan diversificar el rubro y generen nuevas fuentes laborales que hoy no existen.
Según el profesor de la Casa de Bello, Gonzalo Montes, “uno visualiza que se está complicando actualmente. La Universidad de Chile tiene un prestigio que hace que la industria minera los considere, pero nosotros estamos viendo el tema con bastante precaución porque ya no nos podemos basar simplemente en el prestigio, eso no nos asegura el éxito de los egresados, a nosotros lo que nos va a asegurar eso es que a nivel de universidad estemos generando mejoras desde la malla curricular, para que nuestros estudiantes tengan la opción de diversificar y hacer cosas nuevas”.
En este contexto, sugiere a quienes ya se encuentran en la carrera que “piensen en la diversificación y en todos los nichos existen en la minería, que efectivamente existen, y como puede satisfacer todas esas necesidades de mercado que efectivamente las empresas ya instaladas no van a satisfacer”.
Vocación
Todos los entrevistados afirman que parte del éxito en esta carrera está en saber de qué se trata. Pocas veces terminas trabajando en una oficina y normalmente deberás pasar en las faenas. En dichos lugares se está a cientos o miles de kilómetros de la familia y muchas veces el sistema de turnos que se utiliza complican la vida con los seres querido o la opción de tener una pareja.
“Si quieres trabajar en minas primero esto te tiene que gustar mucho. Debes tener una pareja extremadamente comprensiva que entienda que estás a full acá porque aquí todo es 24/7 y en todo momento hablas de pega”, explica Nicolás.
En ese sentido, explica que en las faenas “lo común son turnos de 4 x 3 o 7 x 7 días. El primero es bastante complicado porque pierdes dos días viajando y al final tienes un día para estar con tu familia o tu pareja. Cuando estás acá arriba es poco el tiempo que tienes para enchufarte en lo que esta pasando abajo. Por eso tu pareja está prácticamente sola esos siete días, claro después tienes igual siete días de descanso pero son días donde el resto de la gente trabaja”.
Algo similar agrega Alex Carpanetti, profesor de Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien destaca la importancia de la vocación y el sacrificio. “En los últimos años se ha visto bastante interés de parte de los alumnos, yo creo que todo esto apunta al tema económico, las expectativas de buenos sueldos en la minería son altas, pero eso lleva de la mano el sacrificio de estar fuera de la casa por largas jornadas, estar trabajando entre cuatro y cinco mil metros de altura es algo que tiene que considerar”, señala.
Carrera
El mismo académico destaca que en muchos casos los interesados en estudiar ingeniería en minas, son alumnos que tienen familia relacionada a la minería. Eso hace que muchas de estas dificultades estén asumidas desde el principio.
“Yo creo que los que más tienen potencial son los que tienen un pasado minero, al menos eso es lo que yo pienso, porque muchas veces hay una continuidad en la familia. Aunque mucho más importante es informarse de qué se trata la carrera, y tener claro que la universidad no es para los genios, es para los constantes, y esta carrera no es la excepción”, finaliza.