Seis cosas que un buen ciclista urbano nunca en la vida debería hacer
Ser ciclista puede ser una experiencia que cambiará tu vida para bien, pero antes debes tener claro algunas cosas que te ayudarán con la convivencia en la ruta.
Ser ciclista no es fácil. Sin embargo, a pesar de lo complicado que puede ser avanzar por las calles de una ciudad, son muchos los que han encontrado en este medio transporte una solución sana para salir de la rutina.
A pesar de esto, también son muchas las cosas que nos pueden llevar a convertir esta opción en una nueva fuente de estrés, algo que se relaciona con el poco entendimiento que hay respecto a ser un ciclista en medio de una urbe.
Por eso el sitio Ciclosfera elaboró una interesante lista sobre las “Seis cosas que un buen ciclista urbano nunca haría”, y que te puede dar consejos que de verdad agradecerás.
Según el autor del artículo, más que quejarse de los vehículos, hay que tener claro que los ciclistas también cometen errores, demasiados, siendo los más habituales los más fáciles de evitar.
Ser invisible
Es imprescindible ocupar ropa vistosa. Hay que entender que está en juego tu vida y tener claro que “si queremos ser respetados hay que cumplir con todas las normas. Ropa luminosa y/o fosforescente por la noche, un buen equipo de luces delanteras y traseras o una enorme variedad de complementos (muchos de ellos, además, espectaculares) nos ayudarán a que conductores y peatones nos vean”.
No entender la filosofía ciclista
Se debe tener claro que andar en bicicleta no es solo pedalear, sino que también es “una forma de vida distinta”, donde uno no puede “ir deprisa y nervioso, insultar o presionar a los demás, pavonearse, incumplir la ley, desesperarse porque alguien cruce despacio o, por supuesto, maldecir porque una pareja de ancianos invada nuestro carril bici”. Con actitudes como esa no lograrás nada, más que amargarte la vida.
Molestar a los peatones
Es algo primordial en la convivencia diaria ya que “todos hemos cruzado por un paso de peatones en bici, pero debería ser algo excepcional, a una velocidad reducida o, todavía mejor, bajándonos de nuestra montura y caminando”. Por eso los que se aconseja cuando se comparta un espacio con peatones es tener la cabeza fría.
Comprar material robado
Encontrar que a tu bicicleta le falta alguna pieza puede ser muy desagradable. Por eso comienza por ti y “no compres material robado. Nos hartamos de criticar a políticos o banqueros por la corrupción, cuando muchas veces basta con que nos pongan la oportunidad delante para caer en el mismo error. Bastantes trabas nos ponen a los ciclistas para que, encima, nos robemos entre nosotros…Si nadie comprara nada robado, los hurtos se reducirían a la mínima expresión”.
Usar el móvil
Es algo muy común de ver cuando andamos en bicicleta, porque no falta el que va más preocupado de contestar el teléfono que en el tránsito. “No hay ningún mensaje tan urgente como para desviar la vista del tráfico para mirar la pantalla. Mensajería instantánea, navegadores mal empleados, juegos… Las opciones tecnológicas que nos pueden distraer son muchas.”
Salir a la calle con miedo
Ser precavido y cuidadoso no significa que salgas con miedo a la calle. La bicicleta es para personas con caracter y seguridad, por eso “si te da miedo o te sientes inexperto… Ve poco a poco. Evita las calles en las que haya mucho (y muy veloz) tráfico. Circula con alguien más experimentado para que te dé consejos. Adapta tu ruta, en todo lo posible, a carriles bici, parques y calles tranquilas”.