Colibríes anidaron en una construcción de Antofagasta y los obreros se turnan para cuidarlos
El insólito hecho enterneció a los rudos enfierradores de un edificio en construcción de Antofagasta.
Sucede en Llacolén, Antofagasta. Bien cerca de la playa, hay un edificio en su primera etapa de construcción. Un grupo de rudos hombres, trabajadores de “Enfierradores del Norte” encumbra las columnas de fierro que permitirán luego erigir la construcción. Nada nuevo bajo el sol ahí. Hasta ahí. Porque según el profesor Carlos Guerra, director del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Antofagasta, algo “insólito y que nunca había visto” está ocurriendo.
Se trata de un nido de picaflores, esas pequeñas aves también conocidas como colibríes, cuyas 330 tipos de especies pueblan por completo el continente americano desde su extremo norte hasta Tierra del Fuego, aunque prefieren más el calor que el frío. No se trata del qué en este caso, sino el donde, porque lo insólito es que una pareja de colibríes decidió instalar su hogar adherido a una de las columnas de fierro.
Los trabajadores de la construcción, impresionados por el bonito hecho, tomaron turnos dentro de sus labores para vigilarlos. También pusieron un cartel que advierte sobre su presencia, y decidieron paralizar los trabajos en ese pilar para no molestarlos. Según contaron a La Estrella de Antofagasta, el nido lleva alrededor de diez días ahí. Uno de los recientemente nacidos ya sale a volar solo. Y hay otro que aún no se entusiasma.
Pero no será por mucho tiempo. Según explica el profesor Guerra, la crianza de estas especies demoran máximo 30 días, por lo que a lo más estarán acompañando a los obreros de la construcción antofagastina dos semanas más. “Van a críar a sus pollitos y se irán volando lejos” asegura.
*Foto referencial: Esteban Argerich