Programas de salud laboral: la creciente tendencia de las empresas que quieren trabajadores felices
Desde clases de zumba hasta masajes de relajo, dentro del horario laboral, es la apuesta de varias instituciones nacionales que buscan aumentar el bienestar y calidad de vida de sus empleados.
Un trabajo que entregue comida sana, ofrezca momentos de relajo y deporte, totalmente gratis. ¿Por qué no? Imaginarlo ya no está tan alejado de la realidad. De hecho, ya son varias la empresas que implementan un programa de salud laboral. Todo para sus empleados. Porque ir al trabajo ya no tiene por qué ser tedioso. Porque en un sistema en que la jornada laboral dura -se supone- 8 horas diarias, se necesitan momentos de distensión.
La ajetreada vida actual trajo consigo enfermedades de la vida contemporánea. Algunas datos: hay un 75% más de probabilidad de que personas sedentarias presenten una enfermedad laboral en comparación a quienes hacen actividad física tres veces a la semana, según un estudio de la Asociación Chilena de Seguridad -ACHS- de 2013.
Con el sedentarismo y el estrés laboral como antecedente nació “Por un buen trabajo”, programa de asesoría que presta la ACHS a otras empresas. Aquí se promociona la salud y la calidad de vida. Es decir, el bienestar de todo trabajador. “Nos hemos basado en hartos estudios y prácticas que se han hecho en Canadá principalmente y también en Europa”, explica Pilar Abelli, consultora en calidad de vida.
La seductora oferta
Los cooffee break ya no son como antes. Ahora hay frutas y yogurth. Y en las celebraciones de cumpleaños de cada viernes de fin de mes, ya no hay papas fritas. En Johnson & Johnson, compañía de salud, apuestan por una alimentación más saludable. Aunque tal vez la medida que genera mayor impacto entre sus trabajadores son los masajes que ofrecen dos veces a la semana. Los masajistas se instalan en la oficina y cada trabajador tiene derecho a un masaje por tarde.
La parrilla no se agota solo ahí. Sebastián Arísteguiz, Business Partner de la empresa, cuenta que además se les hace un análisis para medir la salud de las personas. Luego se entrega un informe bastante completo, en el que les aconsejan a los trabajadores qué acciones tomar: los ejercicios que deberían hacer, las horas que deberían dormir y cómo manejar el estrés. “Todo lo que implique mejorar la salud tanto mental como física”.
Sudando la gota gorda
Las cosas son algo más movidas en el Banco Itaú. Hace unos tres años la empresa ofrece clases de zumba a sus trabajadores, financiado 100% por el banco cada lunes, miércoles y jueves. Eso sí, estas son después de la jornada laboral. “La zumba es una clase de baile estimulante y entretenida, que combina ritmos rápidos y lentos que modelan el cuerpo, además de proporcionar beneficios cardiovasculares y de tonificación muscular”, cuenta Jimena Cisternas, consultora de Bienestar y Calidad de Vida del banco.
“Dado que los colaboradores pasan en promedio 9-10 horas en su puesto de trabajo, creemos que es importante abordar los factores protectores de la salud en el trabajo, estos son aliementación saludable, actividad física, tabaquismo, factores protectores psicosociales y ambientales”, añade Jimena.
Algo parecido -aunque más extremo- hacen en una de las filiales de Aguas Andinas. Los trabajadores empezaron a hacer deporte. Y luego, con apoyo de nutricionistas, hicieron una competencia y quien bajaba más de peso ganaba y recibía un bono como premio, comenta Pilar Abelli.
En Chile, este tipo de prácticas está lejos de ser masiva. Pero con los años, y siguiendo el modelo de países desarrollados, se ha ido cambiando el paradigma del ambiente laboral. Y se proyecta como una creciente tendencia que apunta a mejorar el bienestar y vida de quienes componen una empresa.