Duro análisis OCDE: 52% de los estudiantes chilenos no entiende matemáticas
El informe hace un llamado a "desmantelar las múltiples barreras de aprendizaje, ofrecer refuerzo escolar tan pronto como sea posible, animar a los padres y las comunidades locales a involucrarse en la vida escolar".
Un preocupante panorama en la educación chilena arrojó el informe del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa) de la OCDE, dado a conocer este miércoles.
Entre los datos más preocupantes está que “en 2012, el 52% de los estudiantes de Chile tuvo un bajo rendimiento en matemáticas” agregando que “más de 130 mil estudiantes chilenos de 15 años tuvieron un bajo rendimiento en matemáticas en Pisa 2012, y unos 62 mil estudiantes tuvieron un bajo rendimiento en las tres asignaturas (matemáticas, lectura y ciencias)”.
A pesar de estos magros números, Chile se presenta como el país latinoamericano mejor ubicado, doblando la media que en la región es de 23 %.
Además, se indica que donde hubo mayor progreso es en el rendimiento en lectura, donde se disminuyó en 15 puntos porcentuales la baja comprensión.
El informe también reafirma las profundas diferencias entre la educación que reciben los sectores favorecidos socialmente y los que no. Así se señala que un 75% de los estudiantes desfavorecidos económicamente tuvo un bajo rendimiento en 2012, un porcentaje que se reduce a un 25% en estudiantes con altos ingresos.
Esto también se refleja en algunas materias elementales “la probabilidad de tener un bajo rendimiento en matemáticas es mayor para los estudiantes socio-económicamente desfavorecidos, las mujeres, los estudiantes que asisten a escuelas en zonas rurales, los que no han recibido educación preescolar y los que han repetido de curso“.
Por último el documento elaborado por la OCDE señala que “los estudiantes en Chile que asisten a colegios donde los padres nunca o casi nunca ejercen presión para que se mantengan los estándares académicos tienen, en promedio, una probabilidad 36% mayor de tener un bajo rendimiento en matemáticas que estudiantes en colegios donde los padres ejercen una presión constante”.
Entre las recomendaciones en materia de educación se afirma que “el primer paso para los gobiernos es hacer del bajo rendimiento una prioridad en su agenda de política educativa, y convertir esa prioridad en recursos adicionales“.
Indicando la necesidad de un plan que permita reducir las falencias y que incluya medidas tendientes a “desmantelar las múltiples barreras de aprendizaje, ofrecer refuerzo escolar tan pronto como sea posible, animar a los padres y las comunidades locales a involucrarse en la vida escolar, y reducir las desigualdades en el acceso a la educación preescolar y limitar la separación de los estudiantes por nivel académico” señala.