Riquelme oficializa renuncia: “Rechazo la práctica de culpar y sancionar antes de demostrar responsabilidad”

Una declaración pública emitida por el ahora renunciado administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, intenta mostrar una serie de diferencias respecto de las publicaciones que apresuraron su salida del cargo, tras cerca de 9 meses de cuestionamientos por parte de parlamentarios de la Nueva Mayoría y de la oposición.

La información más compleja que debió enfrentar el ingeniero PPD, uno de los últimos bastiones del ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, al interior del gobierno, tuvo que ver con las asignaciones directas, o “a dedo”, que visó desde su cargo, las que en el 2015 -de acuerdo a La Segunda– se habrían elevado a 48%, totalizando cerca de 3 millones y medio de dólares versus un 12% de licitaciones y un 40% bajo Convenio Marco (o trato previo con la administración pública). Estas serán sujetas de una investigación sumaria por parte de la Contraloría.

Además, CiperChile publicó que dos empresas fundadas por Riquelme, Comercial AyR y Greentec, sostenían negocios con el Estado por más de 400 millones de pesos. El ahora ex administrador de La Moneda se habría desprendido de la propiedad de estas empresas a seis meses después de comenzar a trabajar en la segunda administración de Michelle Bachelet.

A través de una declaración pública, Riquelme primero precisa que presentó su renuncia a la Presidenta “tal como lo había decidido”, lo que contrasta con la declaración que la semana pasada el Ministro del Interior, Jorge Burgos, entregó para dar cuenta de la salida de Riquelme: “Hay partos naturales y partos inducidos”.

Luego destaca parte de su trabajo durante 6 años bajo los mandatos de Bachelet, donde se atribuye un “mejoramiento significativo de las condiciones laborales y salariales de todos los funcionarios, y la puesta en marcha de sistemas de control administrativo, financiero y de gestión que permitieron elevar el estándar de la gestión pública”.

A renglón seguido intenta desmentir la información referida a los tratos directos o “a dedo”, asegurando que estas contrataciones se lograron reducir “desde un 75% en el año 2010 a un 37% en el año 2015, según lo constata el portal Chile-Compra 2010-2015”.

Ante el sumario de Contraloría, Riquelme asegura que se retira con tranquilidad, tras 15 años de desempeño como funcionario del Estado, donde se desempeñó “con estricto apego a la normativa legal vigente”. En ese sentido, comparte la investigación que realizará el ente administrativo, al que insta que “en uso de sus facultades, revise lo que estime conveniente”.

En el  penúltimo párrafo, critica el “enrarecido clima que se ha ido generando en el país, (el que) ha hecho insostenible mi permanencia en el gobierno”, y luego manifiesta su enérgico rechazo a “esta práctica de culpar y sancionar a las personas antes de que se demuestre cualquier responsabilidad sobre sus actos”.

A continuación, especifica que en un período laboralmente “complejo (…) constituimos dos sociedades”. Estas habrían permitido sostener a su familia en ese momento, y como estos emprendimientos continuaron de forma exitosa, decidieron continuar con su giro. Haciendo frente al artículo de CiperChile, Riquelme especifica que “posteriormente, cuando asumí por segunda vez como Director Administrativo de la Presidencia, me desligué completamente de la administración de estas sociedades”.

Antes de despedirse y agradecer a los funcionarios de la Presidencia, Riquelme se hace cargo de una de las últimas polémicas que protagonizó, en la que su patrimonio, pese al instructivo presidencial, sólo aparecía parcialmente publicado, lo que luego cambió. El ahora ex administrador de La Moneda precisa que “así como se menciona mis activos, no se ha mencionado que cada uno de estos tiene asociado un crédito bancario”.