Encuesta Nacional de Salud: más del 60 por ciento de chilenos es obeso

El 64,5 por ciento de los chilenos tiene sobrepeso, es decir, al menos un cuarto de sus cuerpos está constituido exclusivamente de grasa. Según el Observatorio Mundial de la Salud, Chile está en el primer puesto sudamericano con respecto a los niveles de obesidad.

¿Cómo fue que el panorama cambió tanto? Hasta la década de los sesenta, nuestro país sufría del problema contrario. La desnutrición estaba a la orden del día, pero poco queda de esos tiempos donde los niños, lisa y llanamente, no tenían qué comer. Hoy, en cambio, uno de cada tres niños entre cero y siete años tiene sobrepeso.
Disparándose las cifras anteriores, también se elevaron los índices de enfermedades asociadas a la obesidad. De cada 11 personas fallecidas, una de ellas lo hizo a consecuencia de su exceso de peso. Esto en contraste a la larga esperanza de vida que se observa en Chile, pero precarizada en sus condiciones sanitarias.

La dieta nacional no contribuye mucho. La última Encuesta Nacional de Consumo Alimentario mostró que solo un 5% de la población se alimenta de forma adecuada y un 95% requiere cambiar sus hábitos. Esto se nota más en las zonas rurales y en los sectores muy lejanos a lo acomodado, mientras que las clases de mayor poder adquisitivo consumen mayor variedad de comida, más sana por lo demás.
No solo Chile tiene problemas para manejar sus niveles de peso disparado. México también se sitúa en el ránking de consumo de bebidas azucaradas, snacks y comida rápida.

El otro componente para llevar una vida sana es la práctica de ejercicio físico varias veces en la semana, una tarea pendiente en nuestro país, dado que la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes de 2012 muestra que el 82,7 por ciento de la población nacional es sedentaria.
La alarmante situación sanitaria podría sufrir un vuelvo a partir del 26 de junio, fecha en la que entrará en vigencia la ley 20.606 que, entre otras cosas, exige que los alimentos muestren de forma clara si tienen altos contenidos de azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías. Además de ello, aquellos productos que tengan niveles elevados de estas sustancias no podrán ir acompañados de publicidad que apunte a niños, ni tampoco podrán ser comercializados en establecimientos educacionales básicos y medios.