Ex ministras de Bachelet se cuadran con causales de proyecto de aborto: "Es un mínimo que debemos a las chilenas"

Las tres saben cómo fue liderar ministerios y hacer frente a las desigualdades que día a día viven las mujeres. Ya sea en relación a los sueldos, a la salud y a los coletazos que puede traer un embarazo no deseado o generado en contra de la voluntad de la madre, situaciones que pueden ser lo bastante fuertes como para que algunas tomen una difícil decisión que, de momento, está penalizada en Chile: abortar.

Laura Albornoz (DC), ex ministra del Servicio Nacional de la Mujer en el primer gobierno de Bachelet, hizo que los sectores más conservadores pusieran el grito en el cielo cuando confesó haberse abortado, y ha sido un férrea defensora de su despenalización en las tres causales. Helia Molina (PPD), ex ministra de Salud, causó polémica al punto de tener que abandonar su cargo cuando expresó  que  “en todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”. María Soledad Barría, en tanto, se desempeñó como ministra de Salud en el primer gobierno de Bachelet, y fue una de las primeras en defender el aborto terapéutico.

Pese a la férrea negativa de sectores de la derecha e incluso de figuras de la Nueva Mayoría, como la ex ministra Soledad Alvear, el proyecto que busca despenalizar el aborto en tres causales (violación, peligro de la vida de la madre, e inviabilidad fetal) tuvo hoy un gran avance en el Congreso.  

Durante la tarde de este martes, la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa.  La causal de violación, la más polémica de todas, fue aprobada con ocho votos a favor y cinco en contra. La iniciativa ahora deberá pasar a votarse en la Sala, donde encontrará una mayor oposición: existe un sector de la DC y el PPD, no representado en la Comisión de Constitución, contrario al proyecto. Las ministras dieron su opinión respecto a la iniciativa y las diferencias que se generan al interior de la Nueva Mayoría.

En declaraciones a El Dínamo, Laura Alb0rnoz lamentó que sigan existiendo parlamentarios que “tienen dudas con respecto a la voz de las mujeres“, y manifestó su completo respaldo a la despenalización en las tres causales. En tanto, Helia Molina aseguró: “Hay suficiente evidencia de que la población está de acuerdo (con la despenalización del aborto), en todas las encuestas. Obviamente, somos una Nueva Mayoría con diversos puntos de vista con respecto a muchos problemas, pero eso es normal”, y concluyó: “Un mínimo que le debemos a las mujeres chilenas es una ley que despenalice su toma de decisiones“.

“A las mujeres nos ha dolido profundamente la postergación de un tema que lleva muchísimo tiempo en discusión”, aseguró María Soledad Barría.

El proyecto de ley ingresó en enero de 2015 señala que “no reconocer la posibilidad de que (la mujer) decida si desea o no continuar con el embarazo, constituye una nueva negación de su voluntad e imponerle una obligación estatal por un acto en esencia abrogatorio de su dignidad”. La iniciativa también establece que la despenalización de las tres causales ya opera en países como Argentina, Panamá, Colombia, Italia, Bolivia, Irlanda y Brasil. “Un Estado que respeta los derechos humanos no puede sentirse orgulloso ni satisfecho de amenazar con pena privativa de libertad a aquellas mujeres que se encuentran en esta disyuntiva”, agrega el texto.

Con respecto a las votaciones que vienen para el proyecto, Laura Albornoz llamó a la cooperación de los agentes políticos e instó a las mujeres a buscar mayores espacios de autoridad en esta materia. “Quien vota contra las mujeres, puede que reciba de su propia medicina en el futuro. Seamos coherentes: los parlamentarios que dicen escucharnos deben hacerse cargo”, manifestó.