Columna en Ciper denuncia cómo Jumbo perjudica a clientes con listas de precios

En el contexto en el que las cadenas de supermercados están en tela de juicio por el supuesto cartel que habrían integrado según la Fiscalía Nacional Económica, en esta jornada Ciper Chile publicó una columna de un estudiante de ingeniería civil industrial, Ricardo Ramírez, donde da cuenta de un hecho que perjudica a los consumidores del supermercado Jumbo.

Ramírez habitualmente compra pisco Mistral en una sucursal de la cadena, donde hay dos puntos de venta. Estos generalmente cobran distinto, y hay veces en las que no concuerda el precio, y un supervisor debe chequear y ratificar el precio del producto.

“En mi compra de este martes 1 (de marzo), cuando llegué a la caja, y como ya es costumbre, le pasé el pisco a la cajera en su mano. En el fleje de precios de la góndola cada unidad figuraba a $5.990. Pero al pasarlo por la caja, el código arrojó $6.789. Le expliqué a la cajera que el precio era incorrecto y ella, como está estipulado, procedió a llamar a un ‘control’ (los empleados de bata blanca que tienen la ‘tarjeta maestra’). Pero antes de que llegara el ‘control’, la cajera hizo algo que yo no había visto en todas las ocasiones anteriores en que pedí la corrección del precio: anuló la venta del producto, apretó un botón y el mismo pisco Mistral, pasado por la misma caja, marcó $5.990”, denunció Ramírez.

En ese contexto, al consultar el por qué ocurre que un producto, al apretar un botón, arroja dos precios diferente. “Pasé el producto por precio”, fue su explicación. No contento con ello, esta persona fue a conversar con el “control”, el que le insistió en que “es responsabilidad del cliente corroborar los precios en caja”, y que “no hay nada que se pueda hacer, así es el sistema”. Insistió y llegó el gerente. Quiso explicarle cómo es posible que una persona, que compra un producto a un precio de góndola, y le cobren más. Esto incluso podría haber pasado en todos los otros elementos que se compraron.

La explicación que se dio fue la siguiente: “(El gerente) me dijo que todos los Jumbo a lo largo del país manejan un sistema de precios por sistema, es decir, el mismo producto cuesta lo mismo en todo Chile, y a su vez, cada local de Jumbo puede fijar el precio de un producto por encima o por debajo del sistema. El sistema, tal como él lo describió, es defectuoso. Me contó que le llegan varios reclamos por semana porque el sistema arroja el precio que figura en la base de datos y no el que fija el local. Y eso es lo que pasó con el pisco que yo estaba comprando: $6.789 era el precio del sistema general, pero el precio del local de Camino el Alba, indicado en el fleje, era %5.990. Como el procedimiento tiene errores, se marcó el precio del sistema general y no el del local”.

Entonces, ante la consulta sobre cómo comprar tranquilo si existe el riesgo que le cobren extra, el gerente respondió: “El sistema puede favorecer o perjudicar con el precio. A veces hay productos más caros en el local y la caja los pasa por el precio del sistema”.

Ante la consulta respecto de por qué no manejan bases de datos electrónicas, el gerente le contestó que: “ahí es el dueño de la cadena el que determina el sistema a usar que se acomode a sus intereses”. Ramírez le respondió “está claro cuáles son sus intereses”, y el gerente sólo sonrió.

Luego Ramírez fue contactado por el subgerente Pablo Amengual Moya, para intentar aclarar más el tema, y confirmó que se manejan dos listas de precios (una nacional y la otra de local) y en cajas tienen los precios del local. Todos los locales deberían cambiar los precios todos los días, y en el caso del pisco Mistral, se demoraron en cambiar el fleje, por lo que “el producto figuraba a un menor precio en la góndola y en caja (el nuevo precio) a uno mayor”.

Algunos locales operan con sistema de fleje (o precios en exhibición) digital, pero hay otras sucursales que no lo implementan, según Ramírez, porque es negocio. A su juicio, la urgencia del tema radica en que “Jumbo cobra más mediante el uso de un sistema arcaico que no se ven interesados en cambiar (al final, les da ganancias). Hoy en la era tecnológica en que vivimos urge el sistema de flejes digitales, una fórmula transparente donde el precio en caja es el mismo que el indicado al interior de local”.