La deuda de Chile con Gabriela Mistral: "La preferían loca que lesbiana"
La única latinoamericana con un Nobel de Literatura fue relegada a la poetisa para niños. De su lado más erótico, nada.
Gabriela Mistral, la autora nacida en 1889 en Vicuña, si bien trabajó por los derechos de los niños y la importancia de la educación, no solo se dedicó a ese tipo de literatura. En sus cartas y material audiovisual, se muestra a la poetisa como alguien mucho más complejo que la formal señora de traje de dos piezas.
María Elena Wood, documentalista que estudió la vida de Mistral desde 1945 hasta su fallecimiento, en 1957, explicó a BBC Mundo que la artista “reunía todas las condiciones para ser discriminada”, era mujer de escasos recursos, no vivía en el centro, tenía rasgos indígenas y una personalidad fuerte para la conservadora época. No siendo pocos factores para estar expuesta a fuertes críticas y prejuicios, Lucila Godoy Alcayaga era lesbiana en un momento histórico aún más intolerante que el actual.
En 2010 Wood estrenó “Locas mujeres”, un documental sobre la relación romántica entre Mistral y la estadounidense Doris Dana, basándose en 40.000 documentos personales de la escritora chilena. Su documental reveló lo que hasta entonces era un secreto a voces: Dana no era su asistente o secretaria, como se ha repetido hasta el cansancio en las biografías de la autora de “Los sonetos de la muerte” y “Desolación”: Dana era su pareja.
Quienes seguían la carrera de Mistral, pero no toleraban su orientación sexual, no hallaron nada mejor que explicar que la autora había enloquecido. Lo anterior a causa del suicidio de su sobrino, Juan Miguel Godoy, a quien Gabriela llamaba Yin Yin.
Con el escritor Thomas Mann como principal punto en común, Doris y Gabriela iniciaron una relación primero profesional y luego sentimental, que se documenta en las cartas que ambas intercambiaron. Dana tenía 28 años cuando comenzó esta comunicación, mientras que Mistral tenía 60, y comenzaban sus problemas de salud.
“Tú no me conoces todavía bien, mi amor. Tú ignoras la profundidad de mi vínculo contigo. Dame tiempo, dámelo, para hacerte un poco feliz”, dice una de las cartas de Mistral a Dana.
“Yo me pongo en el viento y en la lluvia tierna, para que estos, viento y lluvia, puedan abrazarte y besarte para mí”, le responde la estadounidense, que luego se convertiría en la albacea de los bienes materiales e intelectuales de Mistral.
De acuerdo a Wood, fue la propia Gabriela Mistral quien inició el rumor de que Doris era su asistente para ahuyentar a las voces que rumoreaban que eran pareja.
