Finaliza “Cutufa” o fondo solidario de parlamentarios: diputados se quejan de que fue “un pésimo negocio”
“Mi plata me la han descontado en la Cámara y alguien tendrá que decirme dónde está”, aseguró el legislador DC Pablo Lorenzini. Los diputados sólo recibirán un 40% de lo ahorrado cuando se concrete el fin de este fondo.
Un informe de auditoría realizada por la firma Ossandón & Ossandón reveló una cantidad importante, y polémica, de información respecto del manejo financiero del Congreso chileno. En un primer momento, lo más llamativo tuvo que ver con los “préstamos” o adelantos de sueldo de los diputados, los cuales no estaban sujetos a intereses. Sin embargo, el BanCongreso no fue la única práctica cuestionada en la auditoría.
“La Cutufa” era el nombre de una financiera clandestina de los militares, la cual finalmente salió a la luz pública tras un asesinato, y se dieron cuenta de la cantidad de dinero que se manejaba, cuando finalmente empezaron a rentar con este fondo.
El mismo nombre recibe un fondo solidario de parlamentarios, el que se mantiene desde el 2008 para que los parlamentarios que no fuesen reelegidos recibieran una “indemnización”. El cuestionamiento que provino de la auditoría apunta a que en una cuenta institucional se recaudaran 350 mil pesos al mes por diputados que aportaban al fondo solidario.
Diputados de la UDI, de RN, de la DC y del PS manifestaron su intención de dejar de cotizar en el fondo. Esto llevó a que un diputado, según La Segunda, indicara irónicamente que “se termina la Cutufa”.
La salida de los parlamentarios de UDI y RN provoca que se termine el sistema, ya que requiere de 100 parlamentarios para su funcionamiento. El secretario de la Cámara, Miguel Landeros, informó a varios parlamentarios que este sistema en unas semanas dejaría de funcionar.
Son cerca de mil 100 millones de pesos los que estarían en el fondo, y los diputados recientemente electos aportaron 7 millones, versus quienes cumplen tres períodos en la sede del legislativo, cuyo aporte se alzaría hasta los 27 millones. En caso de terminar el sistema, se les comunicó que se les devolverá un 40% de lo ahorrado.
Este fondo -que se estableció el 2001, pero el 2008 se repartió todo lo recaudado, y se reinstauró- tiene un reglamento de 28 artículos. “Los recursos que los diputados aporten al Fondo se entienden incorporados al patrimonio de éste y sobre los mismos no tienen más derechos que lo que este reglamento establece”, indica el reglamento.
El diputado Fidel Espinoza (PS) declaró a La Segunda que “fue un pésimo negocio. Fue un gran negocio para los que se fueron”.
Aún no está claro qué pasará con el resto de los fondos. El comité administrador de este fondo está integrado por el UDI Jorge Ulloa, el DC José Miguel Ortiz, Enrique Jaramillo (PPD), Germán Becker (RN) y Fidel Espinoza. Este fondo está en una cuenta privada desde el 2015. Ortiz y Ulloa tienen pendiente la entrega de un informe a los parlamentarios dando cuenta del balance. “Ese es un asunto privado de los parlamentarios”, indicó Ulloa.
La comisión tiene facultades para “aprobar la política anual de inversiones de los recursos del fondo y autorizar la contratación de créditos”.
El Presidente de la Cámara, Marco Antonio Núñez, se desligó de este tema.
Si bien el sistema sólo consideraba el pago a los parlamentarios que pierden su elección, a los senadores Alfonso de Urresti (PS), Carolina Goic (DC) y Felipe Harboe (PPD), que pasaron de la cámara baja a la alta, se les entregaron parte de los recursos.