En el interior de la marcha pro-vida: ¿cómo piensan los "poleras rojas"?

“Te esperamos este lunes a la una de la tarde acá, en la Plaza de la Constitución para decirle al Gobierno y a la Presidenta que no queremos su ley de aborto”, dice José Francisco Lagos, presidente de la fundación Chile Siempre. ¿El motivo? Manifestarse en contra de toda ley que busque permitir cualquier tipo de interrupción en el embarazo.

Puntuales, un discreto grupo de chicos desciende de buses vistiendo camisetas rojas. ‘Siempre por la Vida‘, es el mensaje que se quería transmitir, por lo que se inició una caminata por la Alameda para llegar al destino de la concentración.

En ese mismo momento, grupos pertenecientes al movimiento ‘Nunca Más Solas’ se acercan a la salida norte del Metro Moneda. Entonces se desata una lucha de cánticos y emplazamientos a quienes se definen “pro vida”. ‘Cuica, cuica, nariz respingada, vo’h te hací abortos en clínica privada’, se escucha.

Como respuesta, las camisetas rojas prefirieron guardar silencio. Ayudados por Carabineros, uno a uno ingresan por el rebautizado pasaje peatonal Amanda Labarca, que luchó durante la primera mitad del siglo XX por los derechos de la mujer en Chile. Viran a la derecha en Valentín Letelier, hasta llegar a la concentración que se agolpa en los pastos de la Plaza de la Constitución.

Un grupo de jóvenes vende las ya insignes poleras rojas con letras blancas. Son varios los que se acercan a las cajas de la empresa You Unlimited preguntando sus precios y tallas disponibles. Cuestan tres mil pesos cada una.

Entre batucadas, banderas y pancartas, las agrupaciones anti aborto gritan a coro un cántico adaptado de la Revolución Pingüina (y de otras tantas marchas estudiantiles). ‘La vida es un derecho, para el gobierno, un privilegio’, ‘Se siente, se siente, la voz del inocente’, entonan. Suena también el himno nacional y llamados directos a la presidenta Bachelet.

Las voces tras las camisetas

Uno de los asistentes es Roberto Becerra. “Si mi madre hubiera tomado una decisión incorrecta, yo hoy día no estaría aquí”, dice para apoyar la manifestación. Sumado al movimiento desde hace 10 años en Concepción, Becerra no apoya ninguna de las tres causales. “Sea cual sea la razón, que no sea libre”, explica.

Natalia Crisóstomo está embarazada y la camiseta de ‘Siempre por la vida’ que viste va acompañada de un sticker en su vientre. Se define como cristiana. “No somos nosotros los que tenemos derechos sobre alguien, hay otras opciones para ayudar a ese bebé y a esa mamá. Si seguimos atacando la raíz del problema, no sé adónde vamos a llegar”, confiesa.

Sin importar la inviabilidad del feto, Natalia reconoce que, desde su mirada, la vida debe ser preservada, por muy poco que ésta dure. “Una chica vino a nuestra iglesia con un embarazo que terminó a los ocho meses. Ella amó a su hijo el tiempo que pudo: se llamaba Rafael y alcanzó a estar tres minutos vivo“, explica.

Por su parte, Antonia Prat asiste con su hijo a la concentración, de la que se enteró en horas de esta mañana. “Estoy en esta causa desde toda la vida. Creo que ante ninguna circunstancia se puede matar a una persona, y la vida empieza desde la concepción”, asegura, luego de posar junto a su pequeño primogénito para las cámaras.

Con respecto a la causal de violación: “deberían estar todos los violadores presos, y luego apoyar a las mujeres para que, si no quieren tener hijos, que los den en adopción. Hay tantas mujeres que se mueren por tener hijos”, concluye.

“Ahora son provida, cuando en dictadura mataban con la DINA”, claman los manifestantes del movimiento pro aborto, relacionando las violaciones a los derechos humanos que se vivieron en Chile con las posturas sobre los derechos reproductivos de la mujer de movimientos como la Fundación Chile Siempre.

Abel Contreras, ex alcalde y militante de la Democracia Cristiana, está consciente de ello, pero mantiene su postura. “En tiempos de dictadura, trabajé en la Vicaría (de la Solidaridad) y luché para que la gente tuviera derecho a vivir sin importar su postura política. Ahora, a alguien se le ocurrió que podía decidir por ellos”, cuenta.

Por su cercanía al mundo político, Contreras comenta respecto de los dichos polémicos de Gustavo Hasbún, quien relacionó el fin de la Teletón con la despenalización del aborto. “Las caricaturas no son buenas”, explica.

La presidenta pro vida

Catalina Alarcón estudia Medicina en la Universidad de Los Andes y se desempeña en la presidencia de la fundación ‘Siempre por la Vida‘. Ve con ojos optimistas la convocatoria que, a ojos de las autoridades, no superó las mil personas. Las cifras que maneja el movimiento antes mencionado hablan de 10 mil a nivel nacional.

En conversación con El Dínamo, Catalina manifestó su preocupación respecto de las expresiones contrarias a su postura, y puntualizó en que considera que sus formas de expresarse son más bien agresivas. “Siempre hemos tenido contemplado que llega gente contraria a enfrentarnos con violencia. Nosotros somos pacíficos y, por lo mismo, no responderemos con violencia, pelearemos con argumentos y con la razón”, aclaró.