Mauricio Valero se sincera por primera vez: "Natalia Compagnon era mi amiga. Hoy la relación está quebrada"
El socio de la nuera de Michelle Bachelet conversó por primera vez con la prensa sobre el bullado caso y, principalmente, sobre su relación con su socia y, ahora, "ex amiga".
No había hablado con la prensa, hasta ahora. Mauricio Valero es socio de Natalia Compagnon y dueño del 50% de la empresa Caval, y hace unas semanas entregó su declaración a la Fiscalía en donde hundió a la nuera de Michelle Bachelet, no solo ante los persecutores sino que ante todo Chile.
Segun relató al diario La Tercera, la esposa de Sebastián Dávalos llega a su oficina el año 2011 luego de que se la presentaran. Es ahí cuando “entablamos una relación porque después nos juntamos socialmente a compartir, a tomarnos un café y a conversar otras cosas”.
“En ese tiempo yo estaba definiendo mi estrategia de negocios para mi consultoría. Me interesé en el área inmobiliaria, en todo lo que tenga que ver con el desarrollo de nuevas tecnologías y con eficiencias energéticas o energías renovables. Había tenido experiencia en apoyar a grupos de jóvenes. Siempre me ha motivado apoyar a estos grupos de jóvenes emergentes, que es de donde salen las ideas geniales, y luego es muy fácil buscar el capital. La idea genial es la que falta. Me desenvolví en eso esos años. Natalia estaba muy interesada en desarrollar negocios y mi plan le pareció lógico. Comenzamos a vislumbrar qué se podía desarrollar. Ella tiene habilidades comerciales muy importantes“, sostuvo al matutino.
Junto a ello, añadió que en ese entonces Compagnon sabía expresarse, tenía la capacidad de convencer, tenía habilidades de comunicación y negociación. Además, durante esos años, no era calificada como la “nuera de la Presidenta”, ya que Michelle Bachelet se encontraba ejerciendo su cargo como directora de ONU Mujeres y que, por otro lado, “las empresas y los proyectos que estábamos viendo no tenían relación con un tema político”.
De esta manera, previo a la formación de Caval, Valero relató que “nos juntábamos en mi casa, donde tengo un home office. Nos juntábamos semanalmente a definir el plan de trabajo. Y una vez que identificábamos dónde podíamos abordar negocios, ofrecíamos soluciones comerciales que pudieran ser interesantes. En esta búsqueda de esos proyectos, Natalia me comenta del señor Gonzalo Vial, que era un potencial cliente, como varios otros potenciales que vimos”.
Tras llegar a un acuerdo con el empresario, formaron lo que hoy es la cuestionada empresa, y que consideraba a su socia como “amiga mía y de toda mi familia”.
“Viajamos juntos y nos visitábamos todos los fines de semana. Eramos amigos. Cuando uno forma una empresa desde el año 2011 que se incuba, que se crea en 2012 hasta 2015 son años de trabajo. Trabajamos esos años juntos. Teníamos una reunión diaria en mi casa, porque yo, la verdad, nunca he sido de asistir a oficinas con muchos empleados. Traté de tomarme un descanso y trabajar en mi home office, nos juntábamos regularmente ahí”, agregó.
Luego, precisó que actualmente “no tenemos relación, estamos distanciados”, principalmente porque “ella adoptó una estrategia legal independiente. A medida que avanzaba el caso y que se filtraban cosas y declaraciones de prensa me quedó muy claro de que las defensas eran separadas. Ahora, uno siempre tiende a pensar que una defensa conjunta es para ocultar algo. Y no. La defensa conjunta era para mantener lo que yo sigo manteniendo: que aquí no hay delito, que acá se hizo un buen proyecto, que las querellas que tenemos de este señor Patricio Cordero están perfectamente defendidas y eso se logra con un trabajo conjunto de empresa“.
Mauricio Valero confiesa que la reconocida venta de los terrenos en Machalí fue un dato que le llegó a él, gracias a Patricio Cordero. “Como ya llevábamos trabajando con Gonzalo Vial en la zona, yendo mucho a Machalí, conocíamos bien con Natalia la zona. Cuando Cordero presenta este tema con Juan Díaz, dijimos: esto hay que hacerlo, porque se ve fantástico. Estamos hablando de 2012, yo me pregunto: quién no sabe que Machalí es una extensión de Rancagua tipo lo que era La Dehesa, Las Condes, la Avenida Kennedy. ¿Quién no sabe eso? No hay que ser genio. Lo de Machalí era un negocio sumamente atractivo. ¿Y qué se nos ofreció? Ocho hectáreas urbanas. No sólo urbanas, comerciales. Es decir, desde el minuto en que nosotros tomamos la decisión de comprar, estábamos comprando ocho hectáreas urbanas, comerciales, de alta densidad, a orillas de la Carretera del Cobre. El eventual cambio de uso de suelo, quien haya podido hacer gestiones para eso, para nosotros, y hablo por mí, era un dato absolutamente adicional”, contó.
Sobre el rol de Juan Díaz en el negocio, explicó que “él era el síndico. A mí Patricio me presentó a Juan Díaz y éste nos presentó el proyecto que tenía el síndico. Juan Díaz estaba encomendado… Bueno, hoy día está todo claro. He leído que el señor Díaz estaba ganando una millonada de plata si lograba vendernos el terreno. En ese minuto yo no tenía idea de esa información. Hoy entiendo muchas cosas. Nosotros decidimos llevar adelante ese proyecto e iniciar la búsqueda de financiamiento, por lo que tomamos contacto con entidades financieras”.
De esta manera, indica que dentro de Caval “mi rol es de gerente general, porque en una constitución de sociedad se necesita definir la administración. Y en el caso de Natalia estaba estructurado como gerente comercial o director comercial, pero somos dos socios con el 50% de la sociedad, el mismo poder de apoderados en los bancos y cada uno con su clave de acceso, y en eso fui súper riguroso. Nos juntábamos todas las semanas y a fin de mes, como cualquier empresa, a hacer una revisión de caja: qué se facturó, quién no ha pagado y qué tenemos que cumplir. Nos juntábamos todos, incluido el gerente financiero, con Natalia Compagnon“.
Sobre cómo ha golpeado el bullado caso a la propia Michelle Bachelet, Valero es enfático al recalcar: “Lamento que esto le haya pegado a la Presidenta. Creo que no es justo. Mi posición personal, sin tener una bandera política, es que la Presidenta no tiene ninguna responsabilidad del actuar de su nuera. Por eso, esto cambió cuando se empezó a hablar de “la nuera de” y del “hijo de”. Y eso ha sido perjudicial para todo el mundo”.
“Acá el problema, y esto va a seguir siendo un problema, mientras siga siendo Natalia Compagnon…, se sigan refiriendo a ella como “la nuera de” o la “esposa de”. El día en que eso se acabe esto va a seguir siendo un proceso privado, civil, un juicio común y corriente. Si aquí no hubiera un tema de familiares políticos vinculados, le puedo asegurar que yo estaría peleando hasta el final y recuperando las cosas que perdí. Porque las cosas se hacen más bien por la opinión o por la presión de la opinión que por las cosas en contexto”, añade.