Pulpo en fuga: se escapó por el desagüe de su acuario y llegó al océano Pacífico
El cetáceo que habitaba en Nueva Zelanda logró estirarse lo suficiente como para adaptarse a las tuberías, las que finalmente lo llevaron a la libertad: el océano.
El pulpo Inky vivía en el Acuario Nacional de Nueva Zelanda desde 2014, año en fue encontrado por un pescador. Tenía un par de cicatrices y las patas cortas. Pero en su nuevo hogar -el acuario- recibió atención y comida.
Pero a principio de año, sus cuidadores notaron un hecho que los dejó desconcertados: el animal ya no estaba en el tanque. Según medios neozelandeses, el pulpo logró abandonar el acuario que compartía con otro cetáceo.
¿Cómo lo hizo? Inky se las arregló para salir por una pequeña abertura en la parte superior del tanque, arrastrarse por el suelo mojado y encontrar un desagüe de 150 mm de diámetro.
Como los pulpos tienen la capacidad de moldear su cuerpo a -casi- cualquier tamaño no hubo problema para que la fuga tuviera éxito y llegara hasta el océano Pacífico y, con ello, alcanzara la libertad. Por ahora, desde el acuario no han dado señales de querer reemplazar a Inky y sumar a un nuevo pulpo.