Wallmapuwen espera validación del Servel para ser el primer partido político mapuche de Chile
Según explicó la naciente colectividad, Wallmapuwen es un movimiento político autonomista del territorio mapuche histórico (Wallmapu) que tiene como objetivo defender y promover los derechos de todos los habitantes del territorio sean mapuches, chilenos o inmigrantes.
El movimiento autonomista Wallmapuwen llegó hasta las oficinas del Servicio Electoral para entregar las firmas que le permitan constituirse como partido político en La Araucanía en las próximas elecciones municipales.
La recolección de firmas se inició en noviembre del año pasado, sobrepasando la cantidad exigida por la Ley de Partidos Políticos, de 975 rúbricas, llegando a las 1.300 firmas antes de los siete meses de plazo que otorga la ley.
Según explicó la naciente colectividad, Wallmapuwen es un movimiento político autonomista del territorio mapuche histórico (Wallmapu) que tiene como objetivo defender y promover los derechos de todos los habitantes del territorio sean mapuches, chilenos o inmigrantes.
Entre sus principales lineamientos destaca el reconocer y promover el carácter intrínsecamente mapuche que tiene este territorio, que según plantean, hace más de 130 años fue el País Mapuche. Lo anterior se materializa en una propuesta política basada en Estatuto de Autonomía para Wallmapu para que sean sus habitantes quienes decidan la vida social, política, económica y cultural que quieren, es decir, que los problemas de Wallmapu se resuelvan con la voluntad y propuestas de sus propios habitantes.
Para el vicepresidente del movimiento, Andrés Carvajal, “eso significa cortar con la actual subordinación Santiaguina y con una clase política chilena mezquina e indiferente a los asuntos del territorio, excepto cuando se trata de enriquecerse extrayendo los recursos naturales que existen en Wallmapu para ‘desarrollar’ Santiago y Chile Central dejándonos acá sólo el costo de los impactos medioambientales”.
Carvajal añade que “Wallmapuwen anhela volver a gobernar un país, ese que heroicamente defendieron nuestros bisabuelos y tatarabuelos a fines del siglo XIX porque solo desde ese sitial se puede tener injerencia sobre las leyes para el conjunto del territorio, que ordenen la economía y la vida política y social de nuestro territorio”.