Büchi deja Chile con frase digna de Büchi: “No creo en el concepto de facturas ideológicamente falsas”
Contra las reformas del gobierno, contra la forma cómo se han enfrentado los casos de presunto financiamiento irregular de la política y, como se define, políticamente incorrecto. El ex candidato a la presidencia de la Dictadura explica en una extensa entrevista las razones de por qué se irá paulatinamente de nuestro país.
“Voy a entrar a las patas de los caballos de inmediato. Me parece completamente incorrecta, desde el punto de vista del Estado de Derecho, la forma en que se están tratando estos casos. Y la avalancha de querellas. Si usted ve el caso MOP Gate, consistió en sacarle plata al gobierno. Petrobras, también en sacarle plata al gobierno. Y acá se está acusando a empresas privadas, algunas con dueños casi únicos (…) creo que estos casos han sido de conveniencia política para algunos. En estricto rigor, es muy distinto sacarle plata al gobierno que gastar sus propias platas”.
Esa es una de las controvertidas conclusiones que entrega Hernán Büchi en entrevista con revista Capital, donde plantea lo principal: se va de Chile.
Y Büchi, ex candidato presidencial en el retorno a la democracia (que tenía el visto bueno del Dictador Augusto Pinochet) se va a Suiza, específicamente a la localidad de Zug, por la “incerteza jurídica. He tenido mucha lealtad a Chile, pero tomé la decisión de centrar mis intereses fuera, principalmente porque cuando veo que las leyes se hacen difíciles de cumplir, porque las cambian o las reinterpretan, porque un día son una cosa y otro día son otra y no hay seguridad jurídica, me siento incómodo y me dan ganas de partir”.
Al ex ministro de Hacienda no le gusta dar entrevistas. Pero en esta ocasión aprovecha de criticar con fuerza prácticamente todo por lo que se le consulta.
Respecto del proceso constituyente, Büchi indica que “cualquiera que estuvo en un colegio sabe que cuando había una asamblea, era la voz del más movido, el más audaz, los grupos organizados. El asambleísmo en la voz de los más oportunistas”. Y en estos oportunistas está la Presidenta, y ellos “creen (según Büchi) que esta sociedad necesita un cambio radical y no les importa que eso tenga el costo de perder la oportunidad de seguir desarrollándonos como país”.
Su opinión de los casos de colusión, también es bastante controvertida, ya que indica que “Líder el pape confort lo podría traer de cualquier parte del mundo. Ése y el de los pollos, son mercados súper competitivos. En un mercado monopólico cerrado hay escasez de productos, no hay alternativas, no hay calidad. Y no era eso lo que estaba ocurriendo”, y luego insiste que el cartel se generó ante los supermercados y no ante el público. “Me parece además que estas delaciones, en vez de hacer las cosas bien, se prestan para que uno se acuse primero sin importar si es verdad o no… Y para hacerlo más inmoral, a veces incluso, de pasada, se le hace daño a terceros con la delación porque voy y corro primero a acusarme… No me gusta eso como precedente. Dije que soy políticamente incorrecto”.
De nuevo respecto de los casos de presunto financiamiento irregular de la política, Büchi estima que “haber metido a Impuestos Internos en esto es el error más grande. Yo en su momento me preocupé porque una institución como Impuestos Internos no se transformara en un instrumento político. ¿Por qué? Porque los impuestos son por definición complejos y porque los gobiernos son cínicos y no quieren cobrar impuestos directamente. Pregúntese por qué en Chile está prohibido que alguien que vende algo no le diga al comprador cuánto impuesto hay. No puedo poner en mi vitrina que cobro esto por culpa del Estado, como lo hacen otros países, y no se puede porque el gobierno no quiere que se sepa cuánto está cobrando”. Además, enfatiza que de esa forma se generan leyes tributarias complejas, cuando la esencia de una ley es que sea precisa y conocida. “Las facultades penales del SII debieran haber sido muy limitadas. Hoy ¿Qué piensa la población? Que es el SII el que está logrando que financiamientos políticos inadecuados vayan a la cárcel. Y eso es contra el Estado de Derecho”.
“Yo no creo en el concepto de facturas ideológicamente falsas. Creo que la factura es un elemento de control tributario. En ninguna parte del código tributario se habla de factura ideológicamente falsa”, indica el ex ministro de Hacienda, quien dice que no hay que hacer vista gorda con esas boletas, sino que habría que rechazar los gastos. “Aclaremos las facultades de Impuestos Internos: rechazar gastos y cobrar un impuesto. No entrar en una pelea. Además, aquí estamos hablando de gente que pagó los impuestos. Porque al final decidió pagarlos. Entonces, estamos usando un instrumento penal, que no estaba contemplado, y que tiene un grave efecto. Hoy, Impuestos Internos está en una situación que no corresponde. ¿Por qué unos sí están en la lista y por qué faltan otros? O ¿por qué a unos los presentó tarde? ¿Para que salgan prescritos? Hoy el SII es una institución que se ha desvirtuado, se ha transformado en un instrumento político. ¿Usted sabe que en el sector privado puedo hacer lo que quiera con mi plata? En el sector privado yo no puedo hacer lo que está prohibido. Lo demás sí lo puedo hacer.”
También respecto de los casos que involucran a empresarios, asegura que siempre ha habido casos no legítimos de financiamiento. “A los empresarios se les quiere deslegitimar y ahora hay una estrategia para deslegitimar a parte del espectro político. Esto partió con Penta, y Velasco fue una vedette en ese sentido… ¿curioso? Justo alguien que podía ser políticamente complicado. Y si ve, hoy pasa lo mismo con Enríquez-Ominami… también políticamente complicado. Creo que lo que le ha hecho a él, como lo que se le ha hecho a los políticos de la UDI, no es correcto”.
Luego indica que las personas que estuvieron involucradas en estos casos, lo primero que habría que hacer es “si yo estoy en una empresa ¿puedo comprar una encuesta o no? Si yo me reúno con alguien y me da una apreciación de los mercados, ¿le puedo pagar por eso o no? Ahora que él use la plata para otra cosa, no es mi problema”.
Respecto del financiamiento de la política y las nuevas leyes, Büchi confiesa que “me llego a reir cuando leo frases como ‘ahora se acabó el poder del dinero en la política’. Y luego leo: ‘Ahora los empieza a financiar el fisco’. Es mucho peor cuando el dinero sale del fisco porque entra en una especie de relación incestuosa en la cual los que están ahí manejan la plata, se reeligen y hacen las divisiones de acuerdo a su propio gusto. Qué derecho más básico que ver cómo participo, cómo elegir a mis representantes. Algunos son buenos para salir a la calle a gritas o ir a los cabildos, y otros no somos buenos para eso y le pedimos a alguien ‘oye, yo te apoyo financieramente para que tú puedas defender estas ideas’. Es inconstitucional que me impidan hacerlo’”.
Además, si bien no se refiere directamente del caso de Pablo Longueira, indica que “me parece muy bien que políticamente uno no vote por aquellos que nos engañaron, pero de ahí a transformarlo en una cosa penal, es otra cosa. E incluso voy más allá: dudo si eso genera cohecho”.
Respecto de SQM y su participación, que terminó hace poco al haber dejado el directorio, Büchi indica que en esa firma “tenía una combinación muy buena, con Julio Ponce que es siempre muy audaz, con una especie de impulso por los negocios, y personas como el actual gerente, Patricio de Solminihac, que era un técnico muy operativo. Y Patricio Contesse, que es una persona muy respetable y lamento que hoy esté involucrado en esta situación donde se le trata de aplicar sanciones por el lado y que por guardar silencio, aparece como un no cumplidor con sus deberes ¡Es su derecho!”.