La explicación de la Sociedad Chilena de Ciencia del Mar sobre varazón de machas y el vertimiento de salmones
El gremio explicó que ambos hechos son causados por dos fenómenos distintos: la marea roja y la marea café. Aunque sí hay un denominador común: la intensa presencia de El Niño.
Ante el desconcierto de la gente por los extraños sucesos en el sur, la Sociedad Chilena de Ciencia del Mar salió al paso para explicar los distintos fenómenos que afectan al mar del país.
Lo primero que aclaran es que la varazón de machas en la playa de Cucao no tiene nada que ver con el vertimiento de salmones muertos en medio del mar, ambos hechos ocurridos en la Región de Los Lagos.
El primero se originó debido a la presencia de la marea roja, que nace de la surgencia -movimiento vertical de las aguas-, arrastrando material con alto contenido de nutrientes, lo que sumado a la alta radiación solar y los vientos moderados, produjo florecimientos algales.
Todo ello producto de El Niño, fenómeno climático que se ha presentado de manera muy intensa a nivel mundial. “Frente a las costas de Chiloé (las aguas) han experimentado un aumento de temperatura superficial del mar de dos a cuatro grados por sobre un año normal”, lo que propicia el florecimiento de ciertas algas que consumen el oxígeno del agua en desmedro de ciertas especies, como los moluscos.
Los salmones muertos
Otro hecho que produjo extrañeza fue la masiva muerte de salmones en febrero pasado. Ello a raíz de la proliferación de una microalga en particular -llamada Pseudochattonella- “la cual aumentó sus poblaciones debido a las inusuales alzas en la temperatura del agua provocadas por el Fenómeno de El Niño, generando la marea café. Esta alga produce mortalidad de los peces en cautiverio, al fijarse en sus agallas afectando la respiración”, explica la sociedad.
Ante las toneladas de pescado muerto, Sernapesca ordenó su vertimiento de emergencia en medio del mar. “El volumen de peces vertidos como desecho, que parece enorme para las dimensiones humanas, es insignificante comparados a los volúmenes de agua del océano y la capacidad de reducción del agua de mar”, dicen los científicos.
Fondo de desastres
El gremio apunta a que ante tales eventos imprevistos ni ellos, ni los organismos sectoriales del Estado, ni las Universidades, ni el sector privado están preparados para reaccionar de manera rápida y eficiente.
“El no poder tomar muestras, hacer mediciones in situ o realizar análisis de terreno y laboratorio, atenta contra la posibilidad de conocer las respuestas de los sistemas ecológicos ante las perturbaciones y los legados ecológicos de las mismas”, concluye la Sociedad.
Por último, la agrupación de científicos considera que se debiera promover “la constitución de un ‘fondo de desastres’ que esté disponible en forma oportuna, descentralizada y con una visión local para levantar información científica pertinente para comprender, explicar y sugerir soluciones a los problemas”.