VIDEO | La aplaudida explicación de Boric al conflicto en Chiloé
Para Boric, "el problema de Chiloé es el problema de Chile y la casta política ha actuado igual que como ha actuado en los últimos 40 años, justificando por omisión a un empresariado rentista y extrativista, no solo niega la existencia del problema achacándoselo a la marea roja, sino que declara que el vertimiento de salmones podridos y llenos de antibióticos es inocuo al ecosistema".
El diputado Gabriel Boric participó de la interrumpida sesión especial de la Cámara Baja sobre la situación social que afecta a la región de Los Lagos a causa de la marea roja y el vertido de salmones muertos y realizó una acertada visión país de lo que sucede en el sur.
“La situación que se vive en Chiloé produce a la vez indignación y esperanza; indignación porque es una manifestación más de que en Chile no tenemos un modelo de desarrollo que considere a las personas o al medio ambiente. Pero también causa esperanza al ver las asambleas en las calles, la dignidad de un pueblo que se levanta y empodera, denunciando, pero también proponiendo, pensando el territorio desde lo comunitario”, sostuvo el parlamentario.
El diputado por Magallanes explicó que “tenemos un problema profundo en Chiloé y en Chile, y es que a diferencia de lo que algunos quieren instalar, ese problema no se reduce a la marea roja, el problema es que tenemos un sistema que impulsa el crecimiento económico a cualquier costo y donde el Estado ha privilegiado estrategias extractivistas que nos condenan a sacrificar territorios y comunidades para el beneficio de unos pocos”.
“La naturaleza chilota, que antes era el medio de subsistencia de sus comunidades, se convirtió en riqueza, mercancía, nicho de negocios, y a partir de ahí el empleo se precarizó. La naturaleza que era de todos quedó en poder de unos pocos y las costumbres de un pueblo que llevaba viviendo siglos de armonía con su entorno, fueron cambiadas por imposición y de manera drástica (…) esto no es una lucha de tradición versus modernidad, es una lucha de capital contra humanidad, de explotación versus explotado”.
Para Boric, “el problema de Chiloé es el problema de Chile y la casta política ha actuado igual que como ha actuado en los últimos 40 años, justificando por omisión a un empresariado rentista y extrativista, no solo niega la existencia del problema achacándoselo a la marea roja, sino que declara que el vertimiento de salmones podridos y llenos de antibióticos es inocuo al ecosistema”.
“Acá se juega la posibilidad de pensar y construir un Chiloé a disposición de sus habitantes y trabajadores y no del capital que los utiliza. La vida en Chiloé es gracias a sus habitantes y más bella será cuando sean ellos los que decidan”, sentenció.