Jelti, la innovación chilena que busca posicionarse en el mercado de la alimentación sana para colegios

La idea nació desde una experiencia cotidiana: como pasaba tantas horas fuera de la casa, trabajando, comía cualquier cosa entre medio de cada comida. Franco Massardo detectó que no le pasaba solo a él. Sus amigos, compañeros y familiares comían pedazos de pizza, pan y galletas como snacks de media tarde, algo que, después de un tiempo, les pasaba la cuenta.

Ante ese problema nació Jelti -el chilenismo de Healthy, que significa saludable en inglés-. Se trata de bolitas de quínoa, arroz o concentrado de jugo y bañadas en chocolate con 60% de cacao. La novedad: son golosinas sanas, bajas en azúcares y calorías. 

Con la reciente ley de etiquetados en supermercados, los consumidores se llevaron desagradables sorpresas al ver que, algunos productos que compraban y que creían sanos, eran altos en calorías o azúcares.

“Hace un par de años la gente se ha interiorizado en cómo se lee una etiqueta. Hay varios reportes que dicen que la gente se está dando cuenta de que lo que comían antes no era tal vez lo que pensaban. A nosotros nos da una oportunidad de decir que sí somos lo que decimos ser”, dice Massardo. 

Cerealbols, uno de los productos de Jelti, contiene tan solo 90 calorías por porción, siendo una alternativa de colación para los niños que van al colegio y de snack para quienes pasan muchas horas fuera de casa. Mientras que frutbols son gomitas en base a concentrado de jugo -y bañadas en chocolate sin azúcar- las que cada porción contiene la cantidad de fruta que contiene una manzana.

Si bien ahora Jelti se encuentra solo en cadenas de supermercado, la idea es llegar hasta el kiosko de los colegios y con ello cambiar, de a poco, el paradigma de la alimentación, partiendo por una educación a temprana edad y haciendo patente los beneficios de una vida saludable.