Así fueron las dramáticas horas previas a la agresión que sufrió Nabila Rifo

Más de una semana ha pasado desde que Nabila Rifo fue encontrada en la intersección de las calles Lautaro con Monreal en la ciudad de Coyhaique con fractura craneal, sin sus globos oculares y y sin algunas piezas dentales.

A medida que han pasado los días y la investigación del caso que conmocionó al país avanza, poco a poco se van conociendo nuevos detalles de la noche del brutal ataque del que fue víctima la mujer de 28 años el pasado 14 de mayo.

Según publicó Bio Bio, Rifo se encontraba acompañada de Mauricio Ortega, su ex pareja y hasta el momento el único sospechoso del ataque, junto a unos amigos en su casa disfrutando de whisky y ron, para entibiar los cuerpos producto del frío que azotaba la ciudad sureña.

Durante la velada, Ortega y Nabila estuvieron discutiendo en múltiples ocasiones. “Me cagaste con la plata y el auto”, le recriminaba ella, mientras el hombre de profesión mecánico le respondía con un “no seas mal agradecida, te tengo el refrigerador lleno, maraca”.

Bailaban y se empujaban. Conversban y discutían. Así vivió la noche la pareja. A medida que avanzaba la noche y el número de tragos que consumía, Mauricio aumentaba el nivel de las groserías hacia su “mujer”. Incluso, intentó abalanzarse en varias ocasiones con el fin de pegarle, siendo detenidos por sus amigos. Al no poder lograrlo, descargó su rabia contra la lavadora, la que terminó rompiendo por los golpes. “Malagradecida”, repetía sin parar.

En la casa también estaban presentes los cuatro hijos de ella, dos nacidos de la relación con Ortega, quienes fueron sacados de la vivienda por una tía tras avisarle por WhatsApp de lo que ocurría y fueron llevados donde su abuela, para que evitaran tener que presenciar los malos tratos.

A las cuatro de la mañana, Mauricio se decidió: “Te voy a matar conchetumadre”, le advirtió, mientras la empujaba y le tiraba la ropa. Los invitados trataban de calmarlo instándolo a que tomara su auto y abandonara el lugar. Pese a que tuvo la intención de hacerlo, no pudo sacar su auto porque el vehículo de su padre bloqueaba la salida.

En la casa ya todos se disponían a irse, por lo que Ortega, al no poder retirarse los despidió, con la llave en mano. Sin embargo, la discusión con Nabila estaba lejos de terminar, culminando con la historia que ya todos conocemos.