Partido Socialista pierde apoyo para impugnar Control Preventivo ante el TC
Se requieren 30 firmas para recurrir al organismo. Sin embargo, cuatro parlamentarios retiraron sus firmas del recurso.
El plazo para que los diputados socialistas puedan intentar impugnar el control preventivo de identidad vende hoy, a las 11:59PM. Para que los legisladores puedan impulsar esta iniciativa, que busca llevar al Tribunal Constitucional la controvertida norma, se requieren 30 firmas. A inicios de la semana, según publica La Tercera, contaban con 27, y de a poco se han ido reduciendo.
El PS ha enfrentado diversos cuestionamientos por acudir contra una política impulsada directamente por la Presidenta Michelle Bachelet (quien manifestó en radio Duna, por primera vez, su apoyo explícito este lunes al control preventivo) al mismo Tribunal que ya ha dado dos fuertes golpes contra el Ejecutivo: la glosa de la gratuidad y ciertos aspectos de la Reforma Laboral, como la titularidad sindical.
Los diputados Claudio Arriagada (DC) e Iván Fuentes (Ind-DC) retiraron sus firmas del recurso, sin entregar mayores detalles. Sergio Aguiló (de la Izquierda Ciudadana) hizo lo propio, y esto lo hizo por su “lealtad” con Michelle Bachelet.
Marcelo Schilling hizo lo mismo, pero por teléfono, al comunicarse con el jefe de su bancada, Juan Luis Castro, el que le espetó que debía hacerlo por escrito.
“La situación se ha tornado muy difícil”, admitió el diputado Leonardo Soto, ya que si Schilling hace oficial el retiro, quedarían 23 diputados apoyando esta iniciativa.
Las palabras de la mandataria habrían complicado la búsqueda de apoyos en el Congreso. Ahora: la bancada ya había empezado a criticar de forma transversal a la bancada PS que buscaba impugnar esta norma.
El PPD y el PRSD acusaban deslealtad. El PC decidió no apoyar institucionalmente la impugnación, pese a que Hugo Gutiérrez, Camila Vallejo y Karol Cariola sí iban a dar sus firmas.
Desde la bancada aseguran que hubo presiones desde el Ministerio del Interior y de la propia timonel socialista, Isabel Allende, para frenar la ofensiva. Según Castro “ha habido grandes presiones de diversas cúpulas partidarias y de La moneda para impedir que ingresen nuevas firmas o para retirar a quienes ya suscribieron el requerimiento (…) echo de menos que la presidenta del PS hubiera hablado con nosotros durante la tramitación. Ojalá hubiera hablado con todos para tomar un acuerdo distinto si es que habían argumentos”.