Invierno gris: contaminación se tomará las ciudades y expertos piden parar las "soluciones parche"
Mientras el Gobierno impulsa medidas para evitar repetir el escenario de 2015, año en que hubo 51 episodios críticos en Santiago, en regiones la polución se está convirtiendo en una situación cada vez más común.
En la última temporada de otoño e invierno, Santiago se llenó de postales grisáceas. El 2015 será recordado a nivel medioambiental como el año donde se alcanzó niveles de toxicidad nunca antes sospechados. Una densa capa gris, o café a ratos, se interponía entre el suelo y el cielo dejando en evidencia el alto nivel de contaminación atmosférica.
En total se registraron 51 eventos críticos, distribuidos entre premergencias, emergencias y alertas. Ante ello, el Ministerio de Medio Ambiente busca revertir dicho escenario y reducirlos a no más de cinco. Y para ello trabaja en un nuevo Plan de Descontaminación, programa que se impulsará a partir de 2017 y que pretende reducir la emisión de partículas contaminantes.
Hasta ahora, el anuncio contempla la prohibición total del uso de la leña en el Gran Santiago, incentivar la compra de autos híbridos y eléctricos, así como el uso de la bicicleta, impulsar una restricción vehicular para los catalíticos anteriores a 2011, crear un Fondo Verde para Santiago, para proyectos de compensación de emisiones y para la industria establecer nuevas normas de emisión y monitoreo continuo.
Sin embargo, todo ello aún está en papeles. Desde la Fundación Terram, que analiza la sustentabilidad, el ambiente y el desarrollo, consideran dichas medidas positivas, pero insuficientes ya que no atacan los problemas estructurales.
“Va a bajar el nivel de contaminación durante un tiempo, pero es acotado porque no apunta a las soluciones de fondo que tiene que ver con frenar la expansión urbana, reforestar dentro de la ciudad, cambiar el transporte público”, dice la directora Flavia Liberona.
La experta añade que “como Terram hemos planteado un montón de veces que es necesario frenar la entrada de autos a la Región Metropolitana o bien generar zonas, como el centro, Providencia, donde no entren autos ciertos días”, ello considerando que el transporte es una de los principales causantes de la polución.
Desde la perspectiva de salud, más de 10 millones de chilenos están expuestos a la polución, la que causa más de 4 mil muertes al año. El médico Andrei Tchernitchin explica que en Santiago se respiran partículas de carbón, de metales pesados que se encuentran en las emisiones de distintos procesos industriales, algo de plomo y material particulado tóxico.
El también director del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico de Chile, señala que “si la persona se expone un día a un aire con material particulado (MP10) o el material particulado fino (MP2,5) no habrá un efecto grave en su salud, pero ya al quinto día, por ejemplo, aumenta el número de enfermos hospitalizados por bronconeumonía u otras enfermedades respiratorias o por infarto al miocardio”.
Contra todo pronóstico, el escenario se volvió mucho más siniestro en regiones, sobre todo en ciudades del sur. De hecho, en lo que va de 2016, diez comunas aumentaron sus niveles de contaminación en relación al año pasado. Las más afectadas: Coyhaique, Osorno, Temuco, Los Ángeles, Chillán, Talca y Rancagua.
Según las autoridades y expertos, el incremento se debe al déficit de precipitaciones y vientos. Algo que la meteoróloga Michelle Adams explica: “Lo que ayuda a limpiar el aire es el viento y siempre antes de que llueva viene viento. Entonces si tenemos menos precipitaciones las concentraciones de contaminantes se mantienen”. Adams pronostica que “hasta el momento se ve que va a ser un invierno relativamente normal porque estamos en un momento de declinación del fenómeno de El Niño -ligado a un aumento de las precipitaciones de la zona central- y luego viene el de La Niña”.
Para resolver el problema, el ministerio a cargo ya lanzó planes de descontaminación en Talca, Chillán, Osorno y Coyhaique, cada uno poniendo acento en el contaminante que predomina en la ciudad. El factor común en las ciudades ubicadas al sur: la restricción en el uso de la leña, elemento que causa más del 77% de las emisiones de material particulado.
Desde la Fundación Terram, su directora, indica que se debería ver el trabajo de países europeos al respecto. En Inglaterra, por ejemplo, se instalaron calderas, pusieron radiadores en cada una de las casas y la calefacción y agua incluso era más barata. Así funciona, dice, un plan de calefacción comunitaria, algo que no ocurre en Chile. Y que tal vez se está a años luz de eso.
Por ahora, mientras no se reduzcan los altos niveles de polución, Tchernitchin recomienda una práctica algo tragicómica: “La solución es respirar lo menos posible, parece chiste, pero es así. ¿Y cómo se logra eso? estando en reposo porque cuando se hace actividad física se respira más. Lo que produce daño no es lo que está en el aire, si no lo que se introduce al organismo y el material particulado dañino”.