Gonzalo Vial asegura que informes realizados por Caval fueron copiados de Internet: pagó mil millones de pesos
El empresario asegura que la firma antes dirigida por Mauricio Valero y la nuera de la mandataria, Natalia Compagnon, le entregó ocho documentos. Los imputados aseguran que estos reportes eran “confeccionados por profesionales de su empresa”.
El abogado Luis Hermosilla, representante del empresario Gonzalo Vial Concha, ingresó un escrito el viernes querellándose por estafa contra todos quienes resulten responsables. Todo esto en el marco del caso Caval.
La investigación –que busca esclarecer eventual comisión de delitos en el proceso de compra-venta de un terreno en Machalí- ha generado una serie de aristas distintas, que se relacionan con los servicios que entregaba la empresa, la que tenía por dueños al relacionador público Mauricio Valero y a la cientista político y nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, Natalia Compagnon.
En la querella, que detalla en esta jornada El Mercurio, se establece que se presentaron ocho informes y estudios mineros que Caval le vendió a “Inversiones Graneles Ltda.”, de Vial Concha. Esto ocurrió entre abril y agosto de 2012.
El escrito de la acción penal indica que estos documentos “no son más que copias obtenidas de trabajos publicados en la internet por terceros ajenos a Caval, varios de ellos incluso, protegidos por el derecho de propiedad intelectual”.
La relación entre esta firma y Vial Concha comenzó en enero del 2012, después de que Verónica Vanni contactara al empresario con Natalia Compagnon, “quien me manifestó tener una empresa a través de la cual se ofreció a prestarme asesoría en temas relativos a la gestión de proyectos inmobiliarios”.
Según Vial Concha, poco después, Valero comenzó a ofrecer “realizar gestiones y trámites de dudosa legitimidad ante diversos servicios públicos, tales como el SII”. Por esto determinó no tratar con él “quedando la relación comercial estrictamente circunscrita a Compagnon, quien luego comenzó a ofrecerle otras asesorías en torno al rubro minero, pero también en el rubro portuario”.
Estos informes sobre asuntos mineros “sobre materias técnicas” no fueron incluidos en el contrato que firmaron en febrero de 2012. Por esto, Graneles emitió cuatro facturas a Caval, entre junio y agosto del 2012.
“De acuerdo a lo que Caval me indicaba, la totalidad de los informes en materia minera habían sido confeccionados por profesionales de su empresa en conjunto con otros expertos especialmente contratados para los efectos”, indica la querella, que luego especifica que los documentos originales serían copias de estudios de entidades como la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
En ese mismo contexto, Vial Concha también cree que fue estafado por la información que Victorino Arrepol, junto a Caval, le entregaban por asesorías en “temas de seguridad y detección de fraudes”, ya que “mediante la aparte comisión de un delito informático, se obtuvo información de los servidores de mi empresa, la que fue alterada de tal manera que me representaba falsamente”. Por tanto, se concluye que esto se obtuvo por un “espionaje informático” y que también se usó “información falsa” para engañarlo.