Papá por siempre: golpeó a joven que le hacía bullying a su hijo y terminó en tribunales
Carlos reconoce su error, pero sí especifica que la situación no se entiende si es que no se tienen todos los antecedentes. Al menor hasta lo habían escupido. La madre de uno de los jóvenes, que terminó con la clavícula fracturada, aseguró que “nunca le hizo bullying a nadie”.
“Porque de que me equivoqué, me equivoqué, no lo niego”, reconoce Carlos, quien debió enfrentar una formalización de cargos por lesiones graves a principios de esta semana.
Pero en declaraciones a Las Últimas Noticias, especifica que si bien todo el mundo ahora puede pensar que están locos tanto él, como sus hijos, como toda su familia –cosa que entiende- “la gente se queda siempre con el final, con el último agresor, y no ve la historia que hay detrás, que es mucho más larga y complicada (…) la gente tiene que entender, porque nadie se imagina lo que pasa en el corazón de un padre que tiene un hijo que sufre tanto bullying”.
El origen de la historia estaría situado hace dos meses. El menor cursa primero medio en un colegio de Punta Arenas, y contó sobre su primera agresión.
Le escupieron en plena clase de Química.
“Mi hijo acusó a su compañero y yo hablé con las autoridades del colegio. Pero el acoso siguió (…) después otros compañeros se iban turnando para amenazarlo. Le decían ‘te espero a la salida’ y esas cosas. Una vez, un compañero vestido sin uniforme le pegó un combo en la calle. Yo presenté cinco denuncias en total y el colegio hizo una especie de intervención. Se supone que hablaron con los padres de los niños involucrados. Se supone, porque yo nunca me enteré de los detalles. Pero no sirvió de nada”.
El lamentable desenlace de esta historia se dio el lunes. Su hijo llegó a casa muy mal. Estaba llorando. Le habían pegado entre siete.
“Partí al colegio con dos de mis hijos para hablar con el rector y en la puerta me topé con los agresores”, recuerda Carlos, y allí la historia no tiene retorno. “Los encaré, agarre a uno del pecho y allí se metieron los otros y después mis hijos”, dice este papá, quien luego reconoce que “quedó la escoba”.
El saldo: tres jóvenes lesionados. Uno con una clavícula fracturada. La madre del último relató al diario regional El Pingüino que “a mi hijo ahora lo tiene que operar porque lo agarraron a patadas en el suelo. Una familia entera. Mi hijo ni los conocía y nunca le hizo bullying a nadie”.
El colegio sólo dijo que se aplicó el protocolo al enterarse del “lamentable acontecimiento”. Ninguna autoridad local se refirió a lo que se hizo, o no se hizo, para frentar el acoso.