Gerente de ENAP Refinería Bío Bío: "Esperamos mejorar la calidad de vida de quienes viven cerca nuestras operaciones"

“Hualpén Suma” fue el puntapié inicial para atender, de manera concreta, las necesidades de la comunidad que vive cerca de las instalaciones de Refinería Bío Bío de ENAP. Si bien no siempre hubo entendimiento entre la petrolera y los vecinos, actualmente prima un ambiente de diálogo directo y franco, donde la palabra empeñada adquiere un real valor.

A la cabeza de este nuevo escenario está Patricio Estay, gerente de la filial. “Sabemos que, dada la naturaleza de nuestro proceso productivo, a veces podemos generar inquietud o temor, pero contamos con el personal entrenado, las instalaciones idóneas y, por sobre todo, el sentido de responsabilidad de todos quienes laboramos en la empresa (…) Esperamos aportar a mejorar cada vez más la calidad de vida de quienes viven cerca nuestras operaciones”.

– En el marco de los 50 años de Refinería Biobío, ¿qué balance general y que proyección se tiene para la empresa a futuro?

-Creo que somos una empresa que aporta al desarrollo regional y nacional, y es fuente de trabajo directa e indirecta para más de 2.000 familias. Gracias a nuestra operación segura y continua, los habitantes, industrias y hogares de toda la zona centro-sur del país han contado y cuentan hoy con una fuente segura y confiable de combustibles de calidad y entregados en oportunidad.

Con la madurez y aprendizaje que nos da este medio siglo de vida nos proyectamos hacia el futuro con un ambicioso Plan Estratégico de Negocios, que pone foco en una operación sustentable, segura, con respeto por el medioambiente y nuestros vecinos. Este considera importantes inversiones que apuntan a seguir mejorando nuestro estándar ambiental, avanzar en una nueva y cada vez mejor relación con nuestras comunidades y con nuestro entorno en general.

– Cómo ha sido la evolución tecnología de la empresa v/s el de sus trabajadores dada la alta especialización que se requiere ¿De qué manera contribuye a incrementar su capital humano, en qué se ve?

– Nos hemos preocupado de invertir fuertemente incorporando las mejores instalaciones y tecnologías disponibles, lo que hoy nos convierte en una refinería compleja que puede adaptarse mejor a los cambios del mercado y del negocio. Otra línea importante de inversiones también ha estado orientada a desarrollar operaciones ambientalmente más amigables. De la mano con este crecimiento en infraestructura y procesos ha ido la preparación y capacitación de nuestros trabajadores, que de por sí son altamente especializados.

– La relación con la comunidad de la zona se ha fortalecido en los últimos años ¿Cuál fue el cambio de lógica para tener una buena convivencia?

– Como empresa sentíamos que, pese a todos los esfuerzos desarrollados, no lográbamos construir una relación real de diálogo, comunicación y de vecindad con quienes viven cerca de nuestro entorno. Esto, en parte, se debía a que nos habíamos empeñado en construir esta relación de manera unidireccional. Hoy abrimos nuestras puertas y desarrollamos una estrategia de relacionamiento comunitario que tiene como ejes el diálogo abierto con nuestros vecinos, la responsabilidad colectiva de todos nuestros trabajadores en las iniciativas que la empresa ejecuta con la comunidad, la transparencia y responsabilidad ambiental y la construcción de relaciones de mutuo beneficio.

– ¿Qué mensaje quiere entregar ENAP a sus vecinos?

– Como ENAP queremos crecer con ellos y para eso hemos adquirido un conjunto de compromisos que hemos abordado con seriedad y hemos ido cumpliendo a cabalidad y en los tiempos acordados. Sabemos que, dada la naturaleza de nuestro proceso productivo, a veces podemos generar inquietud o temor, pero contamos con el personal entrenado, las instalaciones idóneas y, por sobre todo, el sentido de responsabilidad de todos quienes laboramos en la empresa.

De verdad los entendemos y nos importan y esperamos que, de la mano de las inversiones y programas que estamos desarrollando, podamos aportar a mejorar cada vez más la calidad de vida de quienes viven cerca nuestras operaciones.

– La comunidad advierte un sello más social con la llegada de su gerencia ¿Cuál es la relevancia de tener un diálogo directo con ellos?

– Cuando se pone nombre y cara a los interlocutores, sin duda es más fácil conversar, escucharse y por cierto entenderse. Hay un equipo de nuestra empresa que son los trabajadores de la dirección de Comunidades quienes están conversando y trabajando permanentemente con ellos. Al mismo tiempo, hemos establecido instancias donde como gerente me reúno con los dirigentes vecinales de las 12 poblaciones que están en nuestro ámbito de acción, en donde ellos pueden plantear sus dudas, preocupaciones y observaciones y personalmente respondo sus consultas.

– A un año y medio del lanzamiento de Hualpén Suma ¿qué ventajas reporta a la empresa participar en un programa como ese? 

– La posibilidad de estar construyendo en conjunto una nueva relación, caracterizada por un diálogo abierto, franco, donde vecinos y empresa estamos aprendiendo y creciendo en conjunto, generando un plan de trabajo con compromisos que se van cumpliendo y donde entonces la palabra dada adquiere real valor. Una relación donde el norte es seguir desarrollándonos, pero generando también valor y crecimientos para nuestros vecinos.

– ¿Cómo proyecta la relación con los trabajadores de Refinería Biobío y con los vecinos de la filial?

– En lo interno veo un escenario de trabajo conjunto, tanto con nuestros trabajadores propios como colaboradores, en equipo, con el liderazgo y participación de todos, aportando para cumplir con las metas que nos hemos impuesto en nuestro Plan Estratégico de Negocios, para seguir creciendo con sustentabilidad, con preocupación por el entorno, y con los estándares de seguridad de las empresas más destacadas en esta materia a nivel mundial. Con nuestras comunidades, en tanto, vislumbro también un horizonte positivo de mucho trabajo, profundizando esta relación de transparencia, diálogo abierto, con respeto y desarrollando iniciativas que generen valor compartido.