Respuesta de un afiliado de Habitat a la carta que envió el gerente general de la AFP da vuelta las redes
El ciudadano Marcelo Saavedra respondió la misiva de Cristián Rodríguez, que fue mostrada incansablemente por José Piñera en el programa El Informante.
“Los hombres que han cotizado por 30 años o más, tienen pensiones en promedio superiores a los $650.000, representando una tasa de reemplazo neta del 77,2%”. Ese fue el párrafo de la extensa carta enviada por Cristián Rodríguez, gerente general de la AFP Habitat a sus afiliados, que José Piñera citó incansablemente en su aparición en El Informante.
La carta es una apología al actual sistema de pensiones y asegura que este tiene una base bastante sólida. Pero un afiliado a esta AFP llamado Marcelo Saavedra, quiso desmentir públicamente al empresario con una misiva que envió al sitio Ciper Chile.
“Lo que AFP Habitat no incorpora en sus argumentos de defensa del negocio, del cual forma parte, es el origen y las condiciones bajo las cuales el actual sistema de capitalización individual fue impuesto a los habitantes económicamente activos de este país”, escribe Saavedra.
Y argumenta: “En un sistema democrático, el actual sistema de capitalización individual que vuestra empresa defiende muy probablemente no hubiese podido llevarse a cabo, ni implementarse en las condiciones con las que opera actualmente”.
Refiriéndose al pilar solidario, dice: “Tal pilar solidario representa, según mi parecer, lo único que se logró alcanzar después de una durísima negociación entre el Ejecutivo de ese entonces y la industria de pensiones (de la cual forma parte vuestra empresa), la que no veía con buenos ojos siquiera considerar una pensión básica de subsistencia para aquellos cotizantes del sistema cuyas pensiones de jubilación iban a tender a $0″.
También dice que la libertad que supuestamente entrega el actual sistema es engañosa: “La libertad individual para administrar los fondos de pensión que me pertenecen es una libertad en tanto opere dentro de los márgenes del rayado de cancha del mismo sistema de AFP. Dicha libertad se acaba en el exacto momento en que, como cotizante y dueño de los fondos ahorrados por el esfuerzo laboral realizado durante años, pretenda trasladar dichos fondos a algún otro instrumento financiero que opere en el país distinto al que ofrece el actual sistema de AFP“.