El fin de una era: Instituto Nacional y Liceo Lastarria bajan sus resultados y pierden subvención de excelencia
Los recursos considerados en estos montos apuntan a los profesores y a los asistentes. Sólo en el recinto de Santiago Centro los fondos alcanzan los 20 millones de pesos.
“Veníamos mal, y esto de perder la excelencia académica es la guinda de la torta”, se lamentaba el vocero del Centro de Padres del Instituto Nacional, Omar Ibaceta, al enterarse de que este establecimiento dejará de percibir cerca de 20 millones de pesos que conseguía por sus buenos indicadores, a través de una subvención de excelencia.
Ibaceta precisa a El Mercurio que “el daño que se hace con la pérdida de la subvención es terrible, baja todo”. En la misma línea se manifiesta el concejal y candidato a alcalde por Santiago Felipe Alessandri (RN), el que manifestó que “la historia de ese liceo está muy ligada a la historia de Chile, y lo que pasó no tiene precedente; es gravísimo, es un daño al verdadero significado de la educación pública de calidad”.
Este plantel no fue el único afectado, ya que el Liceo José Victorino Lastarria, de Providencia, también dejará de recibir estos aportes, y el Internado Nacional Barros Arana –que aparece con la subvención para el 2014 y el 2015- de acuerdo a los datos del Mineduc en el sitio Comunidad Escolar, no figura en la última asignación.
Juan Eduardo Huidobro, jefe de la división de Educación General del Mineduc, indica que para que un colegio reciba esta subvención se consideran muchos factores: particularmente el de efectividad y superación representan el 65% del “índice SNED”, que está basado sobre los resultados del Simce. “El primero considera los puntajes y el segundo, la mejora de los resultados respecto de sí mismo”, precisa. En el caso del Instituto Nacional, los resultados bajaron: en el 2010, los estudiantes de segundo medio lograban 339 puntos en Lectura y el año pasado lograron 259. En matemática bajaron de 362 a 322 en los mismos años considerados.
La autoridad del Mineduc sostiene que, si bien las movilizaciones no son un factor en sí para las asignaciones y su entrega, plantea que “si eventualmente paros y tomas hubieran afectado los resultados del Simce, podría haber alguna incidencia”.
