Ex subsecretario de Bachelet habla tras caso Tsunami para criticar a políticos que siguen “a la calle”
“¿Hacia dónde va el pueblo para seguirlo?”, es la columna de Patricio Rosende, donde se cuadra, incluso, con Axel Kaiser.
Tras una serie de disculpas públicas, el acuerdo de pago de una indemnización de 235 millones de pesos en tres cuotas y el pago de otros 10 millones para realizar un seminario de desastres naturales, los seis imputados del caso Tsunami comenzaron a cursar la suspensión condicional del procedimiento en su contra por los errores cometidos en la alerta de maremoto del 27 de febrero del 2010.
El fallo causó indignación en las personas que esperaban que se realizara un juicio oral en contra de estas personas, entre las que se encontraba Patricio Rosende, ex subsecretario de Interior de Michelle Bachelet, al que le correspondió un pago de 75 millones de pesos.
Sólo dejó su riguroso silencio para indicar que “de mí no pasarán”, en los intentos de vincular a la mandataria con el caso.
En esta jornada, en las Cartas al Director a El Mercurio, se puede ver que Rosende determinó realizar un primer pronunciamiento público después de este proceso judicial en su contra, y curiosamente escribe críticas que ya la oposición le ha hecho a Michelle Bachelet.
Por sólo poner un ejemplo, el mismo Axel Kaiser indicó que “la Presidenta debe estar consciente de que el sistema de pensiones que tenemos en Chile es uno de los pilares fundamentales de todo el orden económico (…) si lo afectan de una manera irresponsable pueden terminar generándole un costo gravísimo al país” y agregó que “efectivamente la calle, como la llaman, está fijando agenda pero los irresponsables de nuestros representantes deben hacer que la calle no defina ni fije cómo va a seguir –la agenda- porque si no, ¿para qué están ellos gobernando?”
“¿Hacia dónde va el pueblo para seguirlo?”, se titula la columna de Rosende, donde indica que “en el Chile de hoy los políticos han olvidado su rol, y cuando ello ocurre y se dejan llevar exclusivamente por la opinión y movimiento de ‘la calle’, dejan de ser políticos de verdad y se transforman en algo parecido a un predicador que anda preguntando: ¿hacia dónde va el pueblo para seguirlo?, más que en aquel que sueña, transmite y convoca en torno a una idea de país”, reza el breve escrito.
