Un 45% de la población sostiene que Ley de Etiquetado no cambiará sus hábitos de alimentación
"El etiquetado por sí solo no educa, pero puede favorecer la motivación por ser educado, por tener acceso a alimentos más saludables. Esto es necesario porque el nivel de obesidad en Chile es muy alto y sobre todo en niños. Se debe intervenir en todos los niveles incluso a nivel inmediato, no sólo a largo plazo porque el problema lo tenemos hoy”, sentenció.
El Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria (CECA) de la Escuela de Psicología de la U. Adolfo Ibáñez realizó una encuesta sobre los hábitos de alimentación de la población tras la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado.
Y el análisis realizado a 296 personas muestra que el 45% de ellos asegura que la normativa no cambiará su forma de alimentarse, contra un 40% que sí modificará sus hábitos.
Entre indicaron que seguirán comiendo los productos etiquetados, un 40% sostuvo que ya tienen noción sobre qué alimentos son perjudiciales para su salud.
Según Claudia Cruzat, directora de CECA, “ha pasado poco tiempo para medir el impacto, pero esta encuesta permite al menos tener una opinión general de cómo ha sido la recepción y se podría estimar sobre la base de ello cuál podría ser la conducta asociada a esa opinión”.
Así, Cruzat indicó a La Tercera que entre las personas con trastornos de alimentación, como anorexia, al ver las etiquetas negras “refuerzan la idea de que los alimentos engordan. Eso, a su vez, favorecería la conducta de restringir los alimentos y la ansiedad por ir al supermercado”.
No obstante, la evaluación hacia la norma es positiva y solo presente reparos “como el color de los sellos, el que no se haya usado semáforo, que no se hable en términos de lo más saludable sino desde la restricción. Varios entrevistados dicen que parece que no se puede comer nada. Alguien menciona, por ejemplo, que no es lo mismo tomar bebida sin azúcar que está libre de sellos que una barra de cereales de avena que si bien tiene sellos, es más saludable”.
“El etiquetado por sí solo no educa, pero puede favorecer la motivación por ser educado, por tener acceso a alimentos más saludables. Esto es necesario porque el nivel de obesidad en Chile es muy alto y sobre todo en niños. Se debe intervenir en todos los niveles incluso a nivel inmediato, no sólo a largo plazo porque el problema lo tenemos hoy”, sentenció.