Sename, la “parcela DC”: funcionario revela delitos encubiertos, arreglos políticos y muertes en la institución
Un educador del centro semicerrado de Rancagua relata presiones de legisladores para poner a sus “recomendados”, gente que no tendría competencias, en cargos importantísimos para los jóvenes.
Cada día se revela un nuevo antecedente del escándalo que ha tenido lugar a lo largo de todos estos años en el Servicio Nacional de Menores (Sename), han muerto –según cifras oficiales- 865 niños que estaban bajo la tutela del Estado en los últimos 11 años.
El fiscal Marcos Emilfork, a cargo de la indagatoria, estaría esclareciendo la participación de diversos funcionarios del servicio que habrían incurrido en delitos como maltrato, entre otras cosas.
En entrevista con El Mostrador, Patricio Castro, educador del centro semicerrado de Rancagua y dirigente de la Asociación Regional de Trabajadores del Sename (Artrase), lleva 13 años trabajando en el servicio. Es crítico de los equipos directivos, y particularmente se enfoca en criticar los negociados políticos que se dan en la institución.
“Por ejemplo, lo que pasa hoy con la directora regional, Jessica Espina. Durante seis meses le hemos pedido uno o dos cargos de profesionales encargados de casos, que son los responsables de hacer seguimiento de los jóvenes para que cumplan el plan de intervención que les dieron. Hoy el centro semicerrado de Rancagua tiene dos de estos profesionales para 41 jóvenes”, relata el dirigente, haciendo ver que la situación es a todas luces insuficiente.
“Falta gente y la directora no responde por seis meses. Y cuando llega gente buena, profesional, la dejan afuera. Porque siempre esperan que un diputado o senador dé la instrucción y diga me gusta tal persona”, relata Castro, y luego precisa que serían todos los legisladores de esa región los que llaman, “entre otros, Ricardo Rincón, al que la directora le rinde pleitesía. Él la puso. También el diputado Sergio Espejo, o Juan Luis Castro. Todos sacan una partida. Además, el ex diputado Juan Carlos Latorre todavía mueve los hilos. De hecho, él puso a la directora del centro cerrado de Graneros, la señora Sonia Vera. Entonces lo que pasa es que están esperando que alguien le lleve en bandeja a la persona y ahí la contratan al tiro. Buscan un funcionario que sea amigo, que pertenezca a algún partido, conocido, que tenga problemas económicos. No se contrata porque la persona esté capacitada técnicamente, sino por amiguismo y favores políticos”.
El educador es tajante: “Sename siempre ha sido parcela DC. Los parlamentarios tienen que tener visión de trabajo, aquí no se trabaja con números. Se trabaja con jóvenes. La visión sesgada que tienen muchos solamente apunta al oportunismo. No tienen visión de futuro”. A todo esto agrega que “hay gente del Sename que se viene a ganar la plata sentado (…) ¿cómo se entiende que la señora Marcela Labraña, mientras era directora nacional del Sename, mandara un funcionario al centro semicerrado de Rancagua porque era como su ahijado, no teniendo competencias con nada? Claudio Rivera estuvo cuatro meses y no logró nada. Fue despedido, lo recontrataron y lo mandaron al centro de Graneros. Todos sabían que lo había mandado ella, él incluso se declaraba intocable”.
Castro menciona el caso de un joven, que participó en un robo. Fueron interceptados a las 11 de la mañana. Óscar Mora participó en esto. Cumplía una sanción de tres años y un día en el centro semicerrado de Rancagua tras participar en un robo el 2010. Como sus amigos salió corriendo y fue perseguido por el sargento segundo de la Tercera Comisaría de Rancagua, Juan Carlos Escárate Salazar, que le disparó por la espalda. Lo mató. La versión oficial es que el joven sacó un arma de fuego, lo que es refutado por testigos. ¿Y en el Sename? Silencio, según el funcionario. “Ni siquiera se hizo un sumario por ese fallecimiento, para descartar responsabilidades. Incluso el director regional de la época, Francisco Moreno, negó Óscar perteneciera al centro, e informó junto con el director que no estaba pernoctando en el Sename. Hasta el día de hoy nadie sabe qué pasó”.
Las denuncias también embarran a los trabajadores de la misma institución: “el frnte de trabajadores del Sename son una tropa de zánganos, que nunca le han trabajado a nadie. Está la Alicia del Basto, Walter Arancibia, Luis Cortés Bosch ¿Con qué grado entraron a trabajar y qué grado tienen hoy? Tienen muy buenos grados. Porque ellos todo lo negocian. Al final los funcionarios pasamos a ser piezas de cambio. Son dirigentes mercenarios laborales. Este frente de trabajadores –compuesto por Afuse, Antrase y Anfur- nos discriminó a 150 funcionarios. Firmaron acuerdo con la ministra y Marcela Labraña para dejarnos fuera de una subida de sueldos porque pensábamos distinto”.