Ser mujer y vivir en Arabia Saudita: estos son los testimonios dentro de una sociedad patriarcal
A través de una convocatoria hecha por el New York Times, 6 mil mujeres de ese país contaron las estrictas reglas que deben acatar día a día.
Insertas en una sociedad fuertemente patriarcal, las mujeres que viven en Arabia Saudita se ven obligadas a aceptar estrictas reglas que limitan su libertad. Mientras la mayoría repudia la serie de prohibiciones diarias, para otras tienen una justificación.
Para conocer mejor la forma en que viven, el New York Times realizó una convocatoria para recoger sus testimonios. El resultado: más de 6 mil relatos que muestran la cotidianidad de las mujeres de distintas edades que habitan ese país.
La queja más común: para viajar, ir a un lugar, tener atención médica o para tener una pareja deben contar con el permiso de un familiar de sexo masculino, que puede ser el padre, marido o un hijo.
“Una vez tuve un accidente en un taxi y la ambulancia se negó a llevarme al hospital hasta que llegara mi guardián de sexo masculino. Había perdido mucha sangre. Si no hubiera llegado en el momento en que lo hizo, ahora estaría muerta”, contó Rulaa, de 19 años.
Dichas prohibiciones tienen una profunda carga emocional para algunas mujeres. Dina, de 21 años, escribió: “No me deja trabajar, aunque necesite el dinero. Tampoco satisface todas mis necesidades. No puedo recordar cuándo fue la última vez que le preocupó lo que yo quisiera o necesitase. Está casado con cuatro mujeres y está totalmente concentrado en ellas, y a mí no me deja viajar con mi madre. Sufro mucho, incluso en mi vida social. La controla por completo y no me deja tener amigas o buscarlas. Me obliga a vivir de acuerdo a sus creencias y su religión. No puedo mostrar quién soy en realidad. Vivo una mentira solo para evitar ser asesinada”.
Desde una vereda completamente contraria, algunos relatos contaron de los beneficios de contar con este tipo de vigilancia: “Me gusta tener un guardián que me cuide y se preocupe por mi bienestar, que me defienda y se haga cargo de lo que yo no puedo manejar y, si cometo algún error, él será castigado”, escribió Oum Adculrahman, de 36 años.
Recién en 2015 las mujeres accedieron al derecho a voto y a postular a cargos públicos, hito que quedó registrado en el documental Ladies First (Las mujeres primero, en español). Ante eso algunas lo ven como un gradual cambio de paradigma: “Ahora las mujeres son doctoras, ingenieras, científicas, empresarias que trabajan con los hombres y son valoradas, y esto ha sucedido en los últimos siete años más o menos. Estamos avanzando. Estamos yendo hacia adelante. Solo necesitamos paciencia y una oportunidad”, expresó L, de 18 años.