“Si denuncio, mato mi vida académica”: la indignante realidad de la discriminación a científicas chilenas
Un estudio realizado por Conicyt reveló que las mujeres para progresar en su carrera académica terminan renunciando a la idea de formar familia.
“Hay profes que son bien violentos a veces para pedir las cosas y siempre que llaman a una chica a la oficina le dicen ‘no te pongas a llorar ni te pongas mujercita’… y ahí tuvimos que hacer un llamado de atención, porque siempre sacaban a relucir eso que la emoción dificultaba o entorpecía el trabajo de la mujer en ciencias”. Ese es uno de los testimonios que rescató el “Estudio sobre la realidad nacional en formación y promoción de mujeres científicas en STEM” (STEM es el ámbito de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), que preparó la consultora Isónoma para la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).
De acuerdo reveló La Tercera, una de sus conclusiones es que la brecha de género se agranda a medida que se avanza en la carrera académica y que los hombres lo perciben menos que las mujeres o lo ven como algo normal.
“Está la idea que si quieres ser competitiva tienes que dejar de lado la familia”, es otro de los comentarios, que refleja la gravedad de la situación ya que si bien un 44% de los titulados de doctorado son mujeres, menos de un tercio de los académicos de planta en Chile son mujeres. Peor aún es el caso de las rectorías, donde sólo un 3% son ocupadas por mujeres.
De las mujeres quienes ocupaban cargos directivos en el área STEM la realidad se repetía: 39% de ellas era soltera, y el 54% tenía hijos. En cambio los hombres en el mismo cargo sólo un 9% era soltero y el 88% tenía hijos.
El 39% de las consultadas confesó que sus competencias académicas habían sido cuestionadas por aspectos de su vida personal (versus el 17% de los hombres). O el mismo porcentaje había recibido piropos o dichos de connotación sexual. Otro indicador establece en 16% quienes han sufrido contactos físicos indeseados y un 9% ha sufrido propuestas sexuales no deseadas.
De las directivas, un 54% ha recibido piropos o galanterías con connotación sexual. “Si yo denuncio, claro, es como hacer justicia y lo voy a superar, pero mato mi vida académica, una mujer que aún está pensando en seguir la carrera científica, jamás denunciaría un acoso sexual”, manifestó una académica encuestada.