Candidatos presidenciales debieran renunciar a cargo legislativo: la propuesta del think tank de Velasco
Esto, a juicio del presidente Ejecutivo de Plural, Sebastián Sichel, “evitaría gastos públicos de los parlamentarios en sus campañas: desde pasajes, teléfonos, asesores y también por sus horarios laborales que deben dedicar al parlamento”.
En una exposición a realizarse próximamente, el Centro de Pensamiento Plural –vinculado al ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco- presentará una serie de propuestas para la modernización del estado.
Son 11 planteamientos que se entregarán al presidente del Senado Ricardo Lagos Weber y a la ministra vocera de gobierno, Paula Narváez, y uno de estos sugiere que los diputados o senadores que quieran convertirse en candidatos presidenciales deban renunciar a sus cargos un año antes de las elecciones.
La propuesta, que publica en esta jornada La Tercera, apunta a que el artículo 57 de la Constitución sólo establece inhabilidades para autoridades de rango ministerial, o de subsecretario o de intendentes, que deseen postular a algún puesto en el Congreso.
El documento explica que “la constitución no imposibilita que un parlamentario en ejercicio pueda postular a la Presidencia. En este escenario, un parlamentario puede mantener las atribuciones y beneficios (asignaciones) propios de su función legislativa y, a su vez, realizar una campaña presidencial. Proponemos fijar el mismo criterio de renuncia que se solicita a ministros para aquellos parlamentarios que deseen postular a una campaña presidencial”.
Sebastián Sichel, cuyo nombre se ha socializado como posible candidato presidencial, mencionó los casos de los senadores Alejandro Guillier (independiente pro PR) y Manuel José Ossandón (ex RN). Ellos ya reconocieron su interés en volverse abanderados presidenciales y ya han realizado viajes en esa calidad.
Sichel explicó que “aunque ya estaría pasado el plazo para que los parlamentarios renuncien un año antes, creo que tres o seis meses antes de las elecciones del 19 de noviembre de 2017 sería positivo”. Esto, profundizó, “evitaría gastos públicos de los parlamentarios en sus campañas: desde pasajes, teléfonos, asesores y también por sus horarios laborales que deben dedicar al Parlamento”.
En esa misma línea, Sichel se preguntó “¿Guillier y Ossandón podrían asegurar que no hay ningún uso de sus recursos como senadores en sus salidas como candidatos?”. Y también con esto, se deprende que otros posibles candidatos –en ese aspecto de uso de dinero- podrían correr en desventaja versus alguien que cuente con su equipo de trabajo parlamentario, que lo use al mismo tiempo para una candidatura presidencial.