Iglesia Católica se reúne con familiares de DD.DD. y se desmarca de acto de perdón en Punta Peuco
Consultado sobre la presencia en esta ceremonia de sacerdotes como Fernando Montes y Mariano Puga, el obispo auxiliar explicó que "actúan en función de su labor pastoral y quieren colaborar en eso. Pero no hay una lectura de favorecer la impunidad, ni menos de dar libertad a quien ha cometido crímenes de lesa humanidad".
El acto de perdón que organizará un grupo de violadores a los derechos humanos, liderados por Raúl Iturriaga Neumann, en Punta Peuco hizo que un familiares de detenidos desaparecidos protestaran por la presencia de representantes de la Iglesia Católica en la actividad, encadenándose a la Catedral Metropolitana.
Esto les permitió ser recibidos por el obispo auxiliar de Santiago y secretario general de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos, quien les aclaró que la ceremonia que se realizará en Punta Peuco es un “acto privado” y que la Iglesia no está involucrada en su organización.
“Les expliqué que oficialmente la Iglesia no está a favor de la impunidad. El acto que va a haber mañana en Punta Peuco, es un acto privado, una liturgia ecuménica, donde un grupo de internos ha invitado a algunos pastores católicos y no católicos para hacer un acto privado, y que la Iglesia católica, como institución, no está involucrada ni en la organización de este acto ni en las eventuales consecuencias que éste pueda producir”, señaló a la prensa.
Fernando Ramos dejó en claro que “en la Iglesia no favorecemos la impunidad, menos cuando hay delitos de lesa humanidad”.
“Hay que entender el dolor que mucha gente ha tenido y sigue teniendo cuando ha visto que algunos de sus familiares, gente querida, ha desaparecido o han sido muertos por acciones del Estado. Hay un dolor muy grande y todavía están buscando respuesta de eso”, agregó.
Consultado sobre la presencia en esta ceremonia de sacerdotes como Fernando Montes y Mariano Puga, el obispo auxiliar explicó que “eso es un acto personal y siempre nosotros como pastores vamos a apoyar cualquier proceso de alguien que quiere reconocer y enmendar sus errores. En ese sentido, los sacerdotes actúan en función de su labor pastoral y quieren colaborar en eso. Pero no hay una lectura de favorecer la impunidad, ni menos de dar libertad a quien ha cometido crímenes de lesa humanidad”.