"Psicosis", "no era violación" y "siempre pasa": Gabriel Salazar se hunde con explicaciones del siglo XIX
El Premio Nacional de Historia 2006 acusó linchamiento público a sus pares acusados. "Yo vi a los profesores, colegas míos por muchos años, absolutamente reventados".
Ayer ardió la polémica luego de que el historiador Gabriel Salazar apareciera en un reportaje defendiendo a un grupo de académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile acusados de acoso a varias alumnas. El también profesor de esa escuela lanzó una frase duramente cuestionada por todos los sectores, y lo acusaron de ser parte del “machismo de izquierda”.
“Hay profesores que buscan más que una relación de amistad con las alumnas, pero a ellas (las denunciantes) yo las veo muy pintiparadas. Dando declaraciones de acá para allá. Yo no las vi muy destruidas psicológicamente. Los que sí están destruidos son los dos profesores acusados, Ramírez y León. Están jodidos. Yo no sé si un acoso estúpido da para la pérdida que se produjo por esto (la destitución de ambos). En la balanza es donde hay que ver”, dijo.
Su defensa causó indignación de manera transversal, por lo que hoy salió a explicar sus dichos en La Segunda, donde no sólo reforzó lo dicho, sino que profundizó en su visión del acoso a las alumnas de la U. de Chile.
“Yo no puse en duda las acusaciones de las alumnas. Dije que era, en todo caso, una estupidez conductual de quien hizo eso con sus alumnas, aludiendo a que eso no era un crimen, no era una violación, no hubo forzamiento. Ahora, que eso merece una sanción, merece una sanción. Lo que dije también, es ¿una sanción tiene que ser una expulsión y cortar una carrera brillante de un profesor? Eso es lo único que dije”, aseguró.
Salazar, al ser consultado sobre si se arrepentía de sus dichos, fue enfático: “por el contrario, lo confirmo. Fue una torpeza y una estupidez, lo que hizo ese profesor ante sus alumnas, a quienes por lo demás conocía hace tiempo. Amerita una sanción. Lo único que yo digo es que la sanción hay que aplicarla de acuerdo a la gravedad real de la falta cometida. Si eso lleva la expulsión, ¿es justo? No sé”.
El Premio Nacional de Historia recalcó que eran “casos aislados” y que “se generó una sobrerreacción porque era primera vez que se planteaba y los alumnos hombres apoyaron a sus compañeras y éstas aprovecharon para lanzar un gran discurso anti-machista por todas partes. Hace 50 años que hago clases y sé que estas cosas ocurren. Ahora están actuando de una manera que no me parece equilibrada, tranquila y ecuánime”.
En relación a los comentarios que se generaron en redes sociales por sus palabras, Salazar dijo que “no las voy a leer porque es así. Conozco estas cosas. Las he visto miles de veces. Es primera vez que se denuncia. Me parece casi una psicosis (…) se viraliza y es una psicosis viral. No soy machista como podrían acusarme, jamás lo he sido”.
Salazar intentó explicar por qué habló de “estudiantes pintiparadas”. “Vi que estas niñas, y otras, comenzaron con mucha soltura y fuerza, como muy convencidas en un movimiento contra el acoso sexual y los profesores que lo practican, pero otra cosa es hacerlo de una manera tal que condice poco menos que a un linchamiento. Yo vi a los profesores, colegas míos por muchos años, absolutamente reventados”.
El académico, como guinda a la torta, recalcó que el acoso sexual en las universidades “siempre ha ocurrido”, de hecho, relató un episodio de cuando él era estudiante con una “reina de belleza”. “Todos conversamos el punto pero nadie le dio una importancia… que el movimiento anti-machista, que los hombres”, finalizó.