Académicas U. de Chile tildan de “ignorante” a Gabriel Salazar tras polémica opinión sobre violencia de género
Luego que el historiador bajara el perfil a los casos de abuso de estudiantes mujeres por parte de profesores de la Facultad de Filosofía y Humanidades, un grupo de colegas redactó una carta pública para expresar su malestar.
“Hace 50 años que hago clases y sé que estas cosas ocurren. Ahora están actuando de una manera que no me parece equilibrada, tranquila y ecuánime”, expresó el historiador Gabriel Salazar para referirse a la polémica que envuelve a la Universidad de Chile: casos de abuso sexual y laboral.
Sobre las víctimas, que son estudiantes, el académico dijo: “Yo no las vi muy destruidas psicológicamente. Los que sí están destruidos son los dos profesores acusados, Ramírez y León. Están jodidos. Yo no sé si un acoso estúpido da para la pérdida que se produjo por esto (la destitución de ambos). En la balanza es donde hay que ver”.
Tras sus polémicas declaraciones, un grupo de académicas de esa casa de estudios redactó una carta abierta para manifestar su repudio. “Rechazamos enérgicamente las expresiones burlonas, despectivas y violentas del historiador Gabriel Salazar hacia las estudiantes del Programa de Licenciatura en Historia que han sido víctimas de acoso sexual y laboral”, dicen.
“Es una vergüenza que uno de nuestros colegas haya definido el acoso sufrido por las estudiantes como una “estupidez” cometida por los profesores involucrados, que no calificaría como “crimen”, porque las estudiantes no habrían sido violadas por dichos profesores, y por lo tanto destituirlos de sus cargos habría sido una sanción exagerada”, señalan en la misiva.
La carta firmada por nueve profesionales indica que “es grave también que un historiador contemporáneo demuestre tal nivel de ignorancia respecto de la violencia contra las mujeres como problema histórico. Los movimientos de mujeres y el feminismo (palabra que el historiador se niega a utilizar para insistir en sus dichos), desde el siglo XIX y hasta hoy, instalaron la desigualdad y la discriminación de género como problemas en la lucha política y en la teoría. La acusación de exageradas, “nerviosas” o –faltaba más- histéricas, también es histórica”.
Finalmente, las académicas expresan: “reiteramos el apoyo a nuestras estudiantes, reconocemos su valor, su entereza y su lucha y les agradecemos todo lo que hemos aprendido durante estos meses en los que ellas se han llevado las acusaciones más injustas y la carga más pesada”.