Todo muy UDI: Hernán Larraín y Gonzalo Rojas se dan con todo a través de cartas a El Mercurio
Los dichos del presidente saliente de la UDI dieron paso a una dura columna del abogado e historiador.
“El presidente saliente de la UDI ha afirmado que Sebastián Piñera es la figura de Chile Vamos y que las otras son inexistentes. A todas luces, una gran verdad, pero, cuidado, esa es una verdad que exige reflexión. Reflexión, porque alguien podría pensar que Chile Vamos es sinónimo de “el sector” o de “la derecha” o de “la oposición””.
Así comienza la carta al director de Gonzalo Rojas, en El Mercurio, donde hace una crítica a los dichos del presidente saliente de la UDI, Hernán Larraín, columna que titula “Dos verdades”.
La reflexión del abogado e historiador asegura que quien sostuviera a rajatabla lo que planteaba inicialmente Larraín, ya que para Rojas “quien así discurriera, se equivocaría rotundamente. Olvidaría que los principales partidos que conforman Chile Vamos están intentando reinscribirse y que encuentran enormes dificultades para hacerlo; que en sus elecciones internas ha votado apenas el 8% del padrón oficial de esas colectividades; que su respaldo en los últimos comicios municipales alcanzó a menos del 14% del total del electorado potencial”.
El abogado plantea que ellos son los datos objetivos, “unas cifras que conocen muy bien quienes dirigen esos partidos y que sus conciencias no pueden acallar”.
“A todo lo anterior se suma un hecho de difícil comprobación, pero que, para quienes han trabajado en esa área, no admite duda: las juventudes de los principales partidos de Chile Vamos no dan esperanza alguna de que la situación descrita pueda revertirse. Durante 19 años trabajé voluntariamente entre Copiapó y Puerto Montt, mes a mes, con jóvenes de la UDI y sé perfectamente bien cómo las grandes capacidades de sus principales figuras se han estrellado sistemáticamente con puertas cerradas o apenas entreabiertas principalmente para unos pocos mediocres. Esa es una de las razones por las que abandoné ese partido”, se explaya Rojas, para luego especificar que lo anterior no es una exageración.
“El mismo Hernán Larraín lo ratifica al sostener que le preocupa ‘que no tengamos buena gente entrando al mundo parlamentario’. Que el presidente saliente del principal partido de Chile reconozca que no hay fuerzas nuevas de calidad es de una enorme gravedad”, indica Rojas.
“Pero volvamos al principio. Si en Chile Vamos no hay más capacidades de liderazgo que las que impone el diseño comunicacional de Piñera, eso no significa que en la derecha no las haya. Al revés: el mismo Larraín, al circunscribir a Chile Vamos los liderazgos posibles, deja abierto el campo –el enorme campo de la derecha informal- para otras personalidades que sin complejos puedan cautivar a las sensibilidades conservadoras y social cristianas, no comprometidas con el proyecto piñerista. También lo dijo Lavín: Piñera es el hombre, y lo demás es música”, acota Rojas, uno de los que también apoya a José Antonio Kast, también renunciado a la UDI.
Posteriormente afirma la existencia de gente que quiere “más sociedad, mejor política y cultura más humana”, derechistas que “miran la economía como un simple subproducto de otras dimensiones de mayor densidad”, y que es la misma gente que “no ve con agrado alguno a Piñera, que no le tiene simpatía alguna ni a su talante, ni a su historial, ni a su estilo, ni a su proyecto., por lo que finalmente hace un llamado a que la gente se apoye en la afirmación de Hernán Larraín y busque “fuera de Chile Vamos otros liderazgos presidenciales”.
Larraín tomó el guante en esta jornada, y respondió en el mismo Mercurio que “puedo decirle que, cuando recibo ataques de la derecha integrista, me alegro, pues siento que voy por buen camino. Cuando veo que esos ataques están constituidos por afirmaciones arbitrarias, tergiversaciones o expresiones sacadas de contexto, me da pena porque advierto que los fundamentalistas no pueden evitar caer en lo irracional”.