Amplitud por los 10 años del Transantiago: “El fracaso tiene una madre y un padre, Bachelet y Lagos”
Para la vicepresidenta del partido de oposición, Elizabeth Armstrong, “el sistema ha mejorado muy poco. Lamentablemente, la ciudadanía se acostumbró a tener un pésimo servicio”.
Este viernes 10 de febrero se cumplieron 10 años de la entrada en vigencia del Transantiago. A una década del inicio del sistema, los usuarios siguen calificándolo como deficiente y le ponen notas malas o mediocres.
En esta línea, la vicepresidenta de Amplitud, Elizabeth Armstrong, afirmó que “al cumplirse 10 años desde que comenzara a operar el Transantiago, todos los balances son negativos y cuesta entender cómo pasan y pasan los años y las mejoras son mínimas, por no decir inexistentes”.
Para la ex Consejera Regional Metropolitana “la ciudadanía se ha acostumbrado a tener un pésimo servicio: los buses están cada día más viejos, y las filas a las horas peak no han disminuido, incluso en muchos casos han aumentado”.
Armstrong asegura que “los santiaguinos tienen claro que el fracaso de este proyecto tiene un padre y una madre: El ex Presidente Lagos, que casi no existe en las encuestas pese a sus esfuerzos; y la Presidenta Bachelet que lo puso en marcha, pese a que su intuición le decía lo contrario”.
La dirigente del partido de oposición cree que es terrible ver las cifras del subsidio que ha sido necesario inyectar para sostener este deficiente sistema. “Se habla de casi 6.000 millones de dólares en los últimos 8 años, monto que genera muchas equivalencias: 3 líneas nuevas de Metro, 10 hospitales de alta complejidad, el financiamiento total de la Gratuidad Universal universitaria, dos planes de reconstrucción de más de 200 mil viviendas como el ejecutado tras el 27-F, nueve aeropuertos, nueve puentes Chacao o el doble de todas las autopistas urbanas y así suma y sigue”, enfatizó Elizabeth Armstrong.
“El antiguo sistema de las micros amarillas tenía fallas, pero no le costaba un peso al Estado de Chile. Los Gobiernos de la Concertación podrían haber mejorado ese sistema gastando un porcentaje mínimo de lo que Chile ha gastado en este invento de Lagos y Bachelet, llamado Transantiago”, concluyó Elizabeth Armstrong.
