Un mes de Cerro Pabellón: los beneficios de la primera planta de geotermia en Chile y Sudamérica
Amigable con el medioambiente, una planta geotérmica emite un 90% menos de CO2 que una termoeléctrica a carbón de equivalente capacidad.
Con el fin de diversificar la matriz energética del país, hace casi un mes se abrió Cerro Pabellón, la primera planta de geotermia de Chile y de Sudamérica. Ubicada en la comuna de Ollagüe, Región de Atacama, abastecerá a 165.000 hogares chilenos de consumo eléctrico, una vez que funcione al cien por ciento. La geotermia proviene del calor interno de la tierra, la que se manifiesta a través de la presencia de volcanes, razón por la que Chile es un país con enorme potencial geotérmico, explican desde Geotérmica del Norte (GDN), conformada por ENEL y ENAP, empresas que impulsaron el desarrollo de la planta.
-En un inicio la geotermia se usaba con fines meramente recreativos, como por ejemplo, para baños termales. ¿En qué momento se descubrió su potencial para generar energía eléctrica?
-Su uso para generar electricidad se remonta a 1904, en la localidad de Larderello, en la Toscana, también denominada “El Valle del Diablo” debido a la presencia de chiflones y “lagoni”, manifestaciones termales superficiales muy similares a las que hoy en día se conocen como fumarolas, geiseres y manantiales termales. En julio de ese año, el Príncipe Piero Ginori Conti, logró encender cinco ampolletas gracias a un dínamo accionado por un motor alternativo, alimentado por el vapor que llegaba desde el subsuelo. Demostró así que el vapor producido por el calor de la tierra podía transformarse en energía eléctrica. Los experimentos tecnológicos siguientes llevaron en 1913 a la instalación de una primera planta geotérmica de 0.25 MW. En los años sucesivos varias otras plantas fueron instaladas y la producción de electricidad en esta área se mantiene activa hasta el día de hoy, o sea más de un siglo después. La geotermia es una tecnología de excelencia italiana, y desde entonces, Italia mantiene el liderazgo mundial en la producción de esta preciada forma de energía renovable, apuntando hacia la innovación permanente e invirtiendo hoy en el potencial geotérmico de América Latina.
-Este tipo de Energía Renovable no Convencional (ERNC) contribuye a disminuir la presencia de CO2, uno de los elementos más contaminantes para la atmósfera. ¿Qué cifras avalan esa característica?
-La generación de energía a partir de los fluidos geotérmicos contribuye muchísimo a disminuir la emisión de CO2. De hecho, una planta geotérmica emite un 90% menos de CO2 que una termoeléctrica a carbón de equivalente capacidad.
-La geotermia está presente de norte a sur en el país. ¿Hay otras localidades que podrían ser más idóneas que otras para levantar una segunda planta a futuro?
–Chile es un país con enorme potencial geotérmico, dada su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Las estimaciones más conservadoras lo calculan en 3600 MW. El Ministerio de Energía ha hecho un levantamiento de zonas con potencial, a partir de las cuales otorga concesiones geotérmicas, y en algunas de ellas ha habido positivos hallazgos de recurso. En lo específico, Enel Green Power y ENAP, mediante las sociedades “Geotérmica del Norte” y “Empresa Nacional de Geotermia” ejecutaron entre 2008 y 2013 exploración en 9 concesiones geotérmicas, encontrando recursos muy interesantes y comparables al de Cerro Pabellón en por lo menos 4 de ellas. En términos generales, las zonas más idóneas son aquellas cercanas a los volcanes, que en el caso de Chile se encuentran bastante alejadas de los centros urbanos aún con accesos difíciles y algunos problemas de interconexión eléctrica.
-¿Qué características hacen que este recurso sea sostenible en el largo plazo?
-La producción geotermo-eléctrica es sostenible por decenas y decenas de años, siempre y cuando sea bien manejada mediante un atento y continuo monitoreo del comportamiento del campo con el fin de observar, entender, intervenir y finalmente optimizar los procesos de producción y sucesiva reinyección de los fluidos. Con la experiencia adquirida por Enel Green Power en Italia pero también en Norteamérica y Centroamérica, esta técnica ha ido perfeccionándose en el tiempo. El objetivo final es de llegar al concepto de “cultivación” del campo geotérmico y no de “explotación” del mismo, o sea alcanzar un equilibrio y por ende una generación totalmente sostenible. Gracias a esto, por ejemplo, la producción de electricidad en el área de a Larderello (Italia) ya tiene más de un siglo de funcionamiento.
-Cerro Pabellón es la primera planta de Sudamérica que inicia sus operaciones. ¿Cómo se proyecta Chile a nivel regional en esta materia?
-En la mayoría de los países que han desarrollado con éxito este tipo de energía existe un apoyo del Estado. Considerando el gran potencial que existe en el país -que es más del 50% del potencial geotérmico de Sudamérica- y la consolidada experiencia de la tecnología geotérmica a nivel mundial, sería muy positivo contar con una política pública de fomento, que permita futuros desarrollos. Esperamos que Cerro Pabellón sea un motor en ese sentido. En este sentido ENAP ha sido un socio que ha cumplido un rol importante para el desarrollo de este proyecto emblemático, que busca aportar al desarrollo de nuevas energías en Chile para la diversificación de la matriz energética.
-¿Cuáles son los beneficios de extraer energía autóctona para el consumo de los chilenos?
-Obtener energía de fuentes propias tiene beneficios estratégicos para el país: permite diversificar la matriz energética a partir de fuentes limpias y disminuir los riesgos de dependencia y volatilidad de precios producto de coyunturas internacionales. En Chile la energía autóctona es renovable, y como país tenemos una situación privilegiada en cuanto a la disponibilidad de estos recursos: poseemos los mayores niveles de radiación para el desarrollo de la energía solar y más del 50% del potencial geotérmico de Sudamérica está en Chile. Asimismo, la evolución de la tecnología y su masificación, ha permitido que las ERNC tengan viabilidad económica y técnica, lo que hoy las hace muy competitivas.
-La energía generada se inyectará al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING). ¿Cuál será su aporte?
-Cerro Pabellón tendrá una capacidad instalada total bruta de 48 MW. Una vez en operación, será capaz de producir cerca de 340 GWh al año, equivalentes a las necesidades de consumo de unos 165.000 hogares chilenos, evitando también de este modo, como ya se ha mencionado, la emisión anual a la atmósfera de más de 166.000 toneladas de CO2.