Diputado PS denuncia que Augusto Pinochet Hiriart recibe abultada pensión de “inutilidad”
Leonardo Soto denunció que el hijo del dictador se ha embolsado solo por esta vía unos $400 millones "a costa del patrimonio fiscal".
El diputado Leonardo Soto (PS) denunció que Augusto Pinochet Hiriart, hijo del dictador, recibe hace décadas una abultada pensión por parte del Estado, como resultado de una supuesta dolencia adquirida durante su paso por el Ejército.
Soto explicó que “la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) paga hace más de 35 años una pensión de inutilidad de segunda clase a Pinochet Hiriart. Se trata de una pensión que actualmente asciende a cerca de $900 mil mensuales y vitalicios, obtenida por dudosos medios en los ’70 después de la corta carrera militar de este personaje, de solo 11 años de servicio”.
Según explica El Desconcierto, el diputado accedió a la información mediante un oficial en retiro que pidió mantener su identidad en reserva. “A la fecha, el hijo del dictador se ha embolsado solo por esta vía, en moneda actual, unos $400 millones a costa del patrimonio fiscal”, añadió.
La invalidez de segunda clase, que genera pensiones hasta un 20% más altas que la última remuneración en actividad, es la derivada de accidentes o enfermedades profesionales de carácter permanente, la que además de imposibilitar la continuación en el servicio, deja al individuo en inferioridad fisiológica para ganarse el sustento en ocupaciones privadas.
“Es inaceptable que el hijo de Pinochet goce de un beneficio previsional que genera pensiones inalcanzables para la gran mayoría de los chilenos, en circunstancias de que todos conocemos su participación en distintos negocios y negociados durante las últimas décadas, actividades que a todas luces parecen ser incompatibles con la causal de inutilidad. Es realmente una vergüenza”, afirmó Soto.
En esa línea, el parlamentario exigió al Ministerio de Defensa que responda el oficio que envió para conocer el detalle de las pensiones de inutilidad que reciben ex agentes de los aparatos de represión, los que incluso habrían invocado como causal genérica “estrés post guerra”.